Gurbindo intenta el lanzamiento en el derbi de la pasada campaña. Foto: Jonathan González
Gurbindo intenta el lanzamiento en el derbi de la pasada campaña. Foto: Jonathan González
Gurbindo intenta el lanzamiento en el derbi de la pasada campaña. Foto: Jonathan González
 |  Cuatro Rayas Valladolid

Mucho más que dos puntos

27 de Octubre de 2011
Escrito por
Guillermo Sanz
Con V de vendetta y con R de revancha. Así se escribe derbi cuando se trata de balonmano y de Castilla y León. La rivalidad entre vallisoletanos y leoneses es ya legendaria en la Asobal, y los encuentros (y desencuentros) entre vecinos siempre han dejado un rastro de espectáculo en la grada. Este domingo Cuatro Rayas y Ademar vuelven a verse las caras, y en esta ocasión, más que nunca, los recuerdos de citas anteriores jugarán sobre el parqué. Quedarse fuera de la máxima competición europea es una herida en la moral de cualquier club con esas aspiraciones, que eso ocurra en la última jornada escuece al más valiente, pero que el culpable de tu caída sea tu máximo rival... eso es como impregnar la herida con sal. Esa fue el sentimiento generalizado la temporada pasada, cuando en el cierre de la Liga, Jordi Ribera ganó la partida a Pastor en su propia casa y rompió con cualquier posibilidad de que el conjunto amarillo recuperara su bola en el bombo de la Champions.


Agua pasada no mueve molinos reza el refrán, y por esta razón el Cuatro Rayas debe olvidar golpes pasados y centrarse en el presente. En un partido en el que hay en juego más de dos puntos. Además del orgullo y del deseo de venganza, el domingo la apuesta incluye la posibilidad de no perder el rastro a la tercera plaza, objetivo idóneo para el conjunto pucelano, y que ahora está en manos de los leoneses. Para dar el salto desde la octava posición, que ocupan los hombres de Pastor, al puesto el bronce en la Liga se necesitan dos cosas: tiempo para la remontada y sumar esta jornada. Una derrota supondría un serio revés en los intereses amarillos y un abismo de seis puntos con sus vecinos que dejaría al Ademar con una suculenta renta que les permitiría un margen de error que se vería reducido al mínimo para los vallisoletanos.


Lejos de notar el cansancio de jugar una competición de máxima exigencia como la Champions, los leoneses están cuajando, pese a dejar dudas en su juego, una excelente temporada en la Liga Asobal (en lo que a números se refiere), en la que solo han cedido una derrota, ante el Caja 3 BM Aragón en el Pabellón Príncipe Felipe, sumando así 12 de los 14 puntos jugados hasta el momento. Además, la moral de los visitantes llega por las nubes, después de lograr un épico empate sobre la bocina ante el poderoso THW Kiel en su compromiso europeo. El conjunto de Pastor comparte esa euforia con sus vecinos, tras abandonar una racha de cinco victorias para dar una gran imagen ante el omnipotente Barlelona Intersport.


Si los leones están en estado de gracia, la amenaza ademarista será mayor esta semana, ya que el martes se incorporaron a las órdenes de Isidoro Martínez, Felipe Borges y Gonzalo Carou, que habían causado baja los últimos partidos por encontrarse disputando los Juegos Panamericanos en la ciudad mejicana de Guadalajara con sus respectivas selecciones, alzándose con una plata y un oro, respectivamente. Con el retorno de sus internacionales, el técnico leonés podrá volver a utilizar a Borges como hombre adelantado en su defensa 5-1. En la enfermería ademarista continúa Álvaro Cabanas. El extremo cántabro está en periodo de rehabilitación de la luxación en el hombro que sufrió ante Naturhouse La Rioja. Por su parte, los galenos del Cuatro Rayas continúan tratando a Víctor Alonso, y a otro de los pilares del conjunto amarillo (y ex del Ademar), Óscar Perales. 


Un desembarco en el Pisuerga


La ocasional morada del Cuatro Rayas se verá invadida por unos doscientos enemigos. Dos centenas de aficionados ademaristas son los que el club prevé que inunden la grada del Polideportivo Pisuerga. La incondicional hinchada leonesa deberá gritar mucho para acallar a los seguidores del Cuatro Rayas, que se han podido aprovechar de la oferta de dos entradas por 5 euros lanzada por el club para vestir de amarillo el ocasional fortín del Cuatro Rayas.