Ávila y Fernando posan con la camiseta del Cuatro Rayas. FOTO: Valladoliddeporte
Ávila y Fernando posan con la camiseta del Cuatro Rayas. FOTO: Valladoliddeporte
Ávila y Fernando posan con la camiseta del Cuatro Rayas. FOTO: Valladoliddeporte
 |  Cuatro Rayas Valladolid

Mañana de reestreno

22 de Julio de 2013
Escrito por
Guillermo Sanz

El que tuvo retuvo. Esa es una verdad como la copa de un pino que ha valido a Ávila y a Fernando Hernández para continuar un año más presumiendo de canas en la Asobal, más de una veintena de años después de hacerlo por primera vez. Lo de posar con la casaca amarilla, como lo hacen los nuevos fichajes, es una tradición que le queda un poco lejos al leonés, y que hoy ha recordado, junto a Fernando Hernández, en las instalaciones del Hotel AC Santa Ana. 





Mantener en el grupo el poso de jugadores como Ávila o Fernando era uno de los objetivos deportivos del club, que quería aunar veteranía y juventud sobre el mismo parqué; por esta razón la renovación de la voz de la experiencia en el vestuario amarillo era crucial. 





La crisis de los 40 no pasa factura ni al leonés ni al vallisoletano, que afrontan una muesca más en su currículum con la ilusión del primer día. Así lo manifiesta José Ángel Delgado Ávila, que vivirá su decimonovena temporada luciendo el escudo del Balonmano Valladolid y la vigesimoprimera en Asobal si se suma el impás de dos temporadas en el Teka Cantabria. "Para mí significa lo mismo que la temporada 18 o la 17, la afronto con ganas. Es una temporada ilusionante, porque es un proyecto muy bonito, con buenos jugadores", declara el universal. 





Que nadie piense que el depósito de Ávila está en la reserva; aún le queda gasolina para rato: "Si el cuerpo puede... adelante; ¿Por qué no puedes jugar con 41 años?, lo de la edad es relativo", asegura. 





Para Fernando Hernández, la segunda temporada tras su regreso a Huerta del Rey sí que tendrá matices diferentes respecto a la de su retorno. El cuerpo ya se ha acostumbrado a su nueva vida, en la que compaginar su carrera profesional con la deportiva le pasó un costoso periodo de aclimatación. Una vez superada esa fase, Fernando Hernández se convirtió en una pieza clave en la permanencia del equipo. 





"Cuando vine el año pasado, hablando con Pastor me dijo que venía para ayudar, y terminé jugando muchos minutos. Este año, Nacho me preguntó que cómo me veía, y me dijo que creía que podía aportar al equipo", declara el vallisoletano. Una de las dotes que puede incorporar Fernando Hernández al patrimonio del nuevo proyecto del Cuatro Rayas Valladolid es la madurez que ha ido adquiriendo a lo largo de su exitosa carrera: "Los veteranos no sólo tenemos que aportar en la cancha, también tenemos que ayudar a los jóvenes a consolidarse. Ahora, como está el balonmano, es el futuro. El que mejor tenga a los chavales jóvenes, tendrá muchas cosas ganadas, y esa es una misión que tenemos también los mayores", asegura. 





Miga a miga, el polivalente jugador se está postulando para convertirse en el jugador de campo más longevo de la Asobal, con la ruptura de récords que eso supone, un dato que no le interesa demasiado al vallisoletano: "Lo de menos son los números. Yo me encuentro bien físicamente, y mientras sea así seguiré jugando. Si se baten récords, eso que tienes en el historial, pero de los récords ni se vive ni salvan categorías", declara rotundo. 





Con la renovación de Ávila y Fernando, el Cuatro Rayas Valladolid asegura la presencia en la plantilla de dos viejos rockeros que saben cómo llevar el ritmo de los partidos. Los dos tienen cuerda para rato. Aún no han tocado su último acorde. 





La campaña de abonados, sobre ruedas





Ávila y Fernando ya tienen aseguradas 1.319 gargantas que les arropen cuando el equipo juegue en Huerta del Rey. Así lo ha hecho saber el presidente del Balonmano Valladolid, Óscar Simón, que ha hecho el primer balance del periodo de renovación de abonos. 





"Nosotros barajábamos una horquilla de entre 1.100 y 1.300 renovaciones y la hemos superado", reconoce el directivo, que se muestra optimista respecto al periodo de nuevas altas que ha arrancado hoy lunes. La vuelta a casa de antiguos socios y la llamada de atención a nuevos abonados podrían aumentar la masa social del club vallisoletano hasta los 2.000 socios, la cifra más ambiciosa con la que se ha trabajado desde las oficinas de Huerta del Rey.