Isma Juárez durante su presentación. FOTO: valladoliddeporte
| Cuatro Rayas Valladolid
Isma Juárez llega a casa en su punto
21 de Junio de 2013
Isma Juárez, como Gandalf, no llega ni pronto ni tarde, llega justo cuando tiene que llegar. Con otras palabras, pero así lo ha hecho saber el extremo durante su presentación con el Cuatro Rayas Valladolid, que ha tenido lugar en el Hotel AC Santa Ana en compañía Luis Martínez-Íñiguez, director del hotel; Julio Vicente Hernández, vicepresidente del Balonmano Valladolid; y Óscar Simón, presidente del club. Para Simón, la incorporación de Isma Juárez supone "la vuelta a casa de un jugador de la época de oro de la base de este club", declara.
Después de su paso por Naturhouse y Academia Octavio, Ismael Juárez está de vuelta en Valladolid, a sus 27 años, con el lomo curtido por la experiencia atesorada y con ganas de convertirse en profeta en su tierra: "A uno siempre le apetece volver a casa, más si en la primera etapa no disfruté de muchos minutos y tengo ganas de hacerlo bien", declara.
Ni crudo ni muy hecho. El extremo retorna a casa en su punto: "Ha sido en el momento justo. Primero me fui a División de Honor B un par de años para formarme, luego Jota me dio la oportunidad de estar en Asobal y de seguir creciendo; fue allí donde me hice un hombre. El año pasado en Octavio he disfrutado de muchos minutos. Ahora es muy buen momento para volver a casa", asegura.
Pese a que Juárez no llega "ni de titular ni de suplente", deja en manos de Nacho González esa decisión, el jugador ya tiene deberes para el primer proyecto de su nuevo entrenador: "Nacho me conoce de toda la vida, coincidimos en las categorías inferiores, y me ha pedido que haga lo que sé hacer, efectividad desde el extremo y los siete metros, y que intente mejorar en defensa, que es mi punto más débil", reconoce.
Ismael Juárez llega a un equipo que define como "ilusionante". Para el extremo, esa ilusión será el "punto fuerte del equipo. Hay gente como Gonzalo Porras o Cacheda con ganas de comerse el mundo, y gente que volvemos a casa con esa ilusión por hacerlo bien", destacando "el ataque" como el mejor arma que presenta el Cuatro Rayas.
El jugador salió de Vigo con una cuentas pendientes con el Octavio debido a los impagos. Una mala experiencia que espera no repetir en el Balonmano Valladolid, club al que muestra su confianza: "Todo el mundo quiere cobrar su salario al día. La directiva me mostró su proyecto deportivo y económico y me pareció bastante bien. Si hay retrasos o no se puede pagar no es culpa exclusivamente suya", asegura consciente de la cantidad de deuda que debe amortizar el club.
Como un jugador de cantera, el extremo manifiesta la importancia de la base en el balonmano de la ciudad, alabando la labor del Aula Cultural, club en el que se formó, en este aspecto. Para no perder su relación con el futuro de este deporte en Valladolid, Isma Juárez colaborará con el equipo cadete del Cuatro Rayas. Una manera de que el jugador no pierda de vista el lugar en el que se forja el mañana del balonmano vallisoletano.