Porras intenta batir a Malumbres durante un partido de la temporada pasada. FOTO: V.D.
| Cuatro Rayas Valladolid
Iñaki Malumbres, refuerzo de lujo para los entrenamientos
30 de Julio de 2013
La desaparición del Atlético de Madrid ha dejado un vacío en la afición madrileña y un futuro en el aire para los integrantes de la plantilla rojiblanca. Después de más de 20 años acumulando canas en la Asobal, Iñaki Malumbres ha visto cómo en cuestión de un parpadeo ha pasado de formar con Hombrados una de las duplas con más experiencia de la Liga a quedarse sin equipo.
A sus 38 años, el guardameta navarro no tiene pensado que ese revés dé tijeretazo a su carrera deportiva y espera volver a enfundarse sus coloridos pantalones para defender una portería. El destino preferido por el cancerbero es Alemania, y así lo ha hecho saber públicamente, y hasta que llegue una llamada con el prefijo del país teutón, el veterano jugador es de la opinión de que la inspiración te pille trabajando.
En esta circunstancia entra en juego el Cuatro Rayas Valladolid. Malumbres ha pedido al club pucelano, del que ya formó parte en el pasado, asilo deportivo para mantener la asombrosa forma de la que puede presumir, pese a que la cuarentena amenaza a su DNI. Tras el visto bueno de la directiva y del cuerpo técnico, el portero entrará a formar parte del grupo que dirige Nacho González a partir de la próxima semana.
El lunes, Iñaki Malumbres se incorporará a una pretemporada que dará comienzo este jueves por la mañana. El inicio de la próxima semana será el primer día tanto para el portero como para Cacheda y Porras, que disfrutarán de unos días más de descanso después de conseguir la medalla de plata en el Mundial Júnior de Bosnia.
El hecho de que la pareja del guardameta sea vallisoletana ha sido un factor determinante para que el jugador establezca su campamento base a orillas del Pisuerga. Su llegada no supone, en una primera instancia ningún tipo de amenaza para los dos defensores de la portería amarilla. El desembarco de Malumbres, a día de hoy, sólo tiene dos propósitos: el deseo del jugador de seguir un plan de trabajo que le permita estar a punto para afrontar con garantías un nuevo reto, y el de dar un plus de calidad a los entrenamientos del nuevo Cuatro Rayas Valladolid. Lamariano y César Pérez pueden estar tranquilos; la portería seguirá en sus manos y podrán aprender de un maestro del balonmano como es el de Villava.