Gurbindo, en Pisuerga. FOTO: valladoliddeporte
Gurbindo, en Pisuerga. FOTO: valladoliddeporte
Gurbindo, en Pisuerga. FOTO: valladoliddeporte
 |  Cuatro Rayas Valladolid

Gurbindo no juega al escondite

24 de Diciembre de 2011
Escrito por
Guillermo Sanz

Eduardo Gurbindo no juega al escondite. No quiere perder tiempo buscando un lugar secreto donde agazaparse hasta que el tiempo marque el final del recreo. Una semana después de comunicar al presidente del Cuatro Rayas, Dionisio Miguel Recio, que no gastara papel en redactar una oferta de renovación para él, el navarro reconoce públicamente que éstas serán las últimas navidades que coma el turrón como jugador del Balonmano Valladolid. ““Lo he dicho siempre. Yo voy a intentar ir a un equipo mejor. Ha llegado el momento de cambiar. Son ciclos y éste, después de tres años maravillosos, ha terminado. Mis objetivos son claros: ir hacia arriba todo lo que pueda. Estoy seguro de que me voy, pero me gustaría hacerlo con un buen sabor de boca, dejando al equipo lo más alto posible”, afirma.

Esta temporada se está convirtiendo en una pesadilla para el lateral, al que, como a Peter Pan, la sombra se le ha escapado y no ha dejado rastro de la calidad que ha demostrado en Huerta del Rey durante las dos anteriores campañas. Gurbindo analiza el porqué del bajón en su rendimiento: “No estoy cómodo. No sé realmente la circunstancia. No me preocupa el futuro, pero no sé si es por la forma de jugar o si es por mí, porque llevo ya tres años aquí y tengo que cambiar. Voy a intentar que en la segunda vuelta sea lo contrario”, asegura.

El internacional hace recaer sobre sus espaldas la responsabilidad de una temporada gris, ya que reconoce mantener una buena relación tanto con el vestuario como con el cuerpo técnico: “La verdad es que con el equipo estoy fantástico, con el entrenador también, este año más que nunca. Creo que es cosa mía, por eso en la segunda vuelta debo intentar ser feliz, porque todavía no lo he conseguido”, lamenta.

Ahora, con sus días en Valladolid contados, es consciente de que estará sometido al juicio de una grada de la que un sector olvidará las temporadas anteriores y pondrá en duda la profesionalidad del navarro, algo que no le preocupa en exceso:  “Que me examine quien quiera. Yo tengo claro que ahora tengo que disfrutar el triple de lo que lo he hecho esta primera vuelta”.

En un corto plazo, Gurbindo disfrutará de estas fechas con su familia y sus amigos. Unas minivacaciones, que duran hasta el día 26, antes de volver a mirar un calendario lleno de fechas en rojo. La primera, antes de volver a la lucha por el tercer puesto con el Cuatro Rayas, será el Europeo de Serbia. Una oportunidad de oro para desconectar de lo que le rodea en Valladolid. “Creo que viene bien que sea con distinta gente, distinto entrenador, en otro lugar… pienso que el cambio será positivo para mí”, declara Gurbindo.

Si el navarro vuelve de Serbia con una medalla de oro colgada del cuello, el respetable de Huerta del Rey podrá disfrutar de la presencia de dos campeones de Europa (no se puede dejar a Sierra en el olvido), sobre el parqué. Un lujo que alegrará la vista del amante del balonmano… aunque sea sólo durante seis meses. Una propina, que a buen seguro, será bien recibida.