Gonzalo Porras vuelve a Valladolid más maduro
El pívot Gonzalo Porras, que hace dos temporadas se marchó al Barakaldo para continuar con su formación, vuelve al Cuatro Rayas Valladolid para aportar mucho trabajo y ayudar al equipo con mis facetas atacantes. Porras, que reconoció en su presentación que cuando salió del club morado con 17 años aún no estaba preparado mentalmente del todo, ahora tras dos años en los que los cambios han sido muy grandes, llega más maduro mental y deportivamente.
El bilbaíno, de 190 centímetros de altura y 100 kilos de peso, considera que el último ha sido un año de subidón, coronado por la medalla de oro lograda recientemente en el Europeo Sub 20 disputado en Turquía.
Porras declaró estar muy contento con la vuelta a una entidad de la que sólo tiene palabras buenas. Siempre he pertenecido a este club, confesó el pívot, aquí hay personas con mucha experiencia en la categoría. Asimismo, el deportista manifestó su deseo de aprovechar la oportunidad que le brinda el Cuatro Rayas Valladolid.
Sobre el papel del equipo en la Asobal, Porras se muestra optimista, puesto que con la crisis todos los clubes están pasando dificultades y es complicado conocer en qué situación concreta se encuentra cada uno. El Balonmano Valladolid afrontará la temporada con numerosas bajas importantes y una plantilla bastante joven.
Precisamente, el técnico Juan Carlos Pastor comentó del equipo que están en construcción y que continuarán trabajando para lograr la misma estructura que años anteriores buscando otros nombres parejos con la idea del equipo. Además, Pastor destacó a sus jugadores por ser polivalentes y ve la próxima temporada como un gran reto para todos en el que tendremos que combinar la veteranía con la juventud. Algo que el entrenador tiene muy claro es que las premisas seguirán siendo las mismas y las resumió en competir y luchar por cada partido con ilusión y un duro trabajo.
Con motivo de la cercanía de las Olimpiadas, el ex seleccionador nacional también valoró el papel que tiene por delante el combinado español. Un papel en el que la clave serán los cruces, puesto que España está ubicada en un grupo muy fuerte y donde los cruces se harán más fáciles. Entre los rivales más duros, Pastor nombró a los franceses, los coreanos y los húngaros.