|  Atletico Valladolid
Los gladiadores azules controlaron el choque durante 45 minutos pero desperdiciaron su ventaja de 4 goles para terminar perdiendo. Los navarros endosaron un parcial de 1-10 para dar la vuelta al partido y llevarse un triunfo sorprendente

El Recoletas Atlético Valladolid se estrella contra el muro defensivo del Helvetia Anaitasuna (28-29)

11 de Noviembre de 2018

Un parcial de 1-10 para los navarros explica esos minutos decisivos en los que se pasó de un 22-18 a favor del Recoletas a un increíble 23-28 a falta de 5 minutos para el final. Durante ese tiempo, los gladiadores azules fueron incapaces de superar la barrera defensiva del Anaitasuna, un 5-1 que maniató a los centrales, Adrián Fernández y Diego Camino, impidió el lanzamiento exterior y frenó la continuidad y los pases al pivote. 

De poco sirvió los 45 minutos anteriores, en los que el Recoletas Atlético Valladolid tuvo ventaja, pese a los numerosos errores en ataque. Pero su defensa y Carlos Calle (15 paradas) fueron suficientes para controlar el choque y tomar una ventaja de hasta 5 goles. Sin embargo, en la segunda parte todo se fue al garete y los locales no fueron capaces, ni física ni tácticamente, de superar el muro defensivo de los navarros. Ni siquiera las numerosas superioridades (nueve para el Recoletas) sirvieron para que los locales mantuvieran su ventaja.

Nueva derrota en casa del Recoletas Atlético Valladolid, la tercera en cinco partidos, donde los gladiadores azules no terminan de estar cómodos ni muestran el mismo desparpajo que en los encuentros lejos de Valladolid. 

MAL INICIO Y RECUPERACIÓN
El Recoletas salió una vez más algo dormido a la pista y encajó un 0-4 de inicio en los primeros 5 minutos. Las pérdidas de balón, faltas en ataque, errores en pases… lastraron a los gladiadores azules durante muchos minutos. Pero poco a poco, los de Pisonero fueron entrando en calor y su defensa 5-1 comenzó a funcionar. Además, un excepcional Carlos Calle, con 11 paradas en la primera parte, ayudó a que su equipo remontara el marcador.

Los vallisoletanos empataron en el minuto 11 (4-4) y se pusieron por delante poco después (6-5), aunque fueron aumentando su ventaja hasta incluso llegar a los 5 goles de diferencia (13-8, minuto 23) después de un parcial de 5-0. Fueron los mejores momentos de Calle y la defensa local, que aprovecharon para poder correr alguna contra que anotaron Miguel Camino y un brillante Manu García. Además, el ataque estático funcionaba bien y el Recoletas se encontró mucho más cómodo que al inicio. Al descanso, 15-12 a favor de los vallisoletanos, un colchón conseguido desde la mejoría defensiva y la eficacia en ataque del Recoletas. 

Los gladiadores azules continuaron con su ritmo frenético en la segunda mitad y contagiaron a su rival, por lo que el choque, en los primeros minutos tras el paso por vestuarios, estuvo repleto de acciones ofensivas y muchos goles (21-17, minuto 40). Los gladiadores azules siguieron en este arranque controlando el marcador con un amplio colchón, incluso pudieron ponerse de nuevo con cinco goles de ventaja (22-18, minuto 42).

Pero todo dio un vuelco entonces. El Helvetia Anaitasuna subió su nivel defensivo, con un 5-1 durísimo que le costó varias exclusiones más. Una defensa al límite que le dio un resultado sorprendente.

El Recoletas se estrelló una y otra vez en el muro defensivo visitante, lo que hizo que los navarros recobraran su confianza en ataque y el partido cambió de signo. Del 22-18 a favor de los vallisoletanos se pasó a un 23-26 (minuto 51), un parcial tremendo de 1-8 que dejó en shock a los gladiadores azules. Ni siquiera con dos superioridades el Recoletas pudo cortar la sangría. 

Un tiempo muerto de Pisonero sirvió para hacer retoques en defensa, pero Abel Serdio erró un penalti (parado por Marcos Cancio, tremendo en este tramo final) y los gladiadores azules se hundieron más mientras se encontraban sin respuestas a su monumental atasco. El parcial desfavorable se amplió a 1-10 (23-28, minuto 55) y todo parecía ya perdido. Un último empujón con tres goles seguidos del Recoletas Atlético Valladolid dio algo de esperanza (26-28, minuto 57), pero no fue suficiente y la victoria se la llevó el Anaitasuna (28-29).

FICHA TÉCNICA
Recoletas Atlético Valladolid (28): Carlos Calle (portero), Diego Camino (3, 2p), Héctor González (1), Abel Serdio (5, 1 p), Roberto Pérez (-), Miguel Camino (3), Manu García (5) –siete inicial- César Pérez (portero), Adrián Fernández (4), Víctor Rodríguez (3), Nico López (-), Roberto Turrado (-), Dani Pérez (1), Rubén Río (2), Miguel Martínez (-), Gastón Mouriño (1)
Helvetia Anaitasuna (29): Patrick Nicolai Bols (portero), Álvaro Gastón (2), Antonio Bazán (2), Ibai Meoki (1), Mladen Krsmancic (2), Iñigo Barricart (-), Pere Vaquer (-) –siete inicial-  Borja Méndez (4, 1p), Xabier Etxeberria (3), Albert Pujol (-), Marcos Cancio (portero), Carlos Chocarro (4), Gabriel Ceretta (5), Miguel Goñi (-), Ander Ugarte (5, 1p), Raul Nantes (2).
Parciales cada 5 minutos: 0-4, 2-4, 7-5, 8-8, 13-8, 15-12, descanso, 18-15, 21-17, 23-20, 23-25, 23-27, 28-29.
Árbitros: David Monjo y Miguel Martín Soria. Excluyeron a Héctor González (8’), Antonio Bazán (10’, 33’), Ander Ugarte (12’, 59’), Pere Vaquer (16’), Víctor Rodríguez (26’, 40’), Ibai Meoki (39’), Xabier Etxeberria (52’)
Pabellón: Polideportivo Huerta del Rey (Valladolid). 9ª Jornada de Liga Asobal. 2-032 espectadores.

David Pisonero, entrenador del Recoletas Atlético Valladolid, valoraba así el encuentro: “Decepcionado por el resultado, no nos esperamos una segunda parte así. Es una oportunidad desaprovechada porque teníamos el partido para matarlo y no tuvimos el acierto ni la madurez para hacerlo”

“En la primera parte tuvimos el habitual mal inicio, algo que se viene repitiendo. Luego hemos encauzado el partido, lo llevamos a nuestro terreno, pero cuando lo teníamos a favor no dimos la puntilla. Hemos llegado exhaustos al final del partido, sin garantías y con los hombres importantes cansados, nos hicieron daño”.

“Los minutos finales son extraños. Pudimos poner la diferencia a 5, pero con dos goles de contra se vuelven a poner en partido. Ha sido el punto de inflexión: cuando lo teníamos controlado y nos podemos ir de 5 y se ponen a 3, el rival se ve en partido y nosotros temblamos. Una sorpresa después de los primeros 45 minutos de partido”.

“Después jugamos mal en superioridad, precipitados en esos momentos. Habíamos atacado de lujo su defensa 5-1, pero hay que saber cómo atacarla, en qué momento, jugar con tranquilidad, con continuidad… pero cuando estábamos apretados no hemos podido. No ha sido una situación táctica, sino más bien una situación anímica o física”.