César Pérez mueve el balón ante los defensores del Juanfersa Gijón. FOTO: Mariano González
| Cuatro Rayas Valladolid
El pequeño mago se despide
26 de Febrero de 2014
En la vida pasan pocos trenes. Algunos, por despiste o por esperar al siguiente, se dejan pasar; pero otros hay que cogerlos, aunque sea en marcha. Una oferta irrechazable hará que César Pérez Merino cambie la casaca del Cuatro Rayas por el traje de faena de fisioterapeuta en la clínica Physios. "Llevaba rechazando varias ofertas de trabajo, pero esta era irrechazable", declaraba el jugador minutos después de que el club hiciera oficial la noticia.
Los sentimientos de César chocan, mostrándose plenamente feliz por el giro que ha dado su vida profesional, pero apenado por abandonar su gran afición: "Me encanta el balonmano, es mi pasión, pero llega un punto en el que hay que elegir". Aún así, el jugador seguirá enrolado en la nave amarilla, al menos hasta el partido que enfrentará al Cuatro Rayas con el BM Aragón, dentro de dos fines de semana; una oportunidad para despedirse de la afición de Huerta del Rey.
César Pérez ha tomado el mismo camino que hace unas semanas tomó Alberto Camino. Ambos se han mostrado en disposición de ayudar a Nacho González en todo lo que sea posible, dentro de la compatibilidad de horarios; en ambos casos, el club no dará de baja ficha federativa.
La despedida del jugador, que estará a las órdenes de su entrenador este sábado ante el Cangas, obliga a Nacho González a hacer aún más malabarismos en la creación de juego. Sin Cacheda, que continúa recuperándose de la grave lesión que sufrió en pretemporada, sin César Pérez, y sin el comodín que tendía Alberto Camino en el central, el entrenador del Cuatro Rayas deberá recurrir a Fernando Hernández o Ávila, para hilvanar el juego amarillo.