El maestro anuncia su despedida este año

La historia del Balonmano Valladolid pierde a su mejor escriba. No será Juan Carlos Pastor el que siga empuñando su pluma para continuar escribiendo renglones armónicos en las paredes de Huerta del Rey. El técnico ha tomado la  decisión más dura de su carrera y prepara las maletas para buscar maná en otros parajes. No lo hará hasta el 1 de julio, fecha en la que pondrá punto y final a su matrimonio con el club vallisoletano, tras tres décadas de noviazgo y 18 años como timonel de la nave amarilla. “A partir del 1 de julio de 2013 voy a cambiar profesionalmente. Es una decisión que me ha costado bastante, porque hay que dejar Valladolid, mi ciudad y mi club”, expresa el técnico que anunció a Dionisio Miguel Recio su decisión de ejecutar la cláusula de su contrato que le permite salir antes de finalizar el compromiso rubricado con el club, que se extendía hasta el 30 de junio del 2014. 

Pese a que Pastor tenía hasta el 1 de abril para informar de su salida prematura, el entrenador vallisoletano no ha querido dilatar en el tiempo la crónica de una despedida anunciada, con la intención de dar un margen de maniobra más amplio a la directiva entrante. 

“Esta vez el corazón no ha podido con la cabeza” y Pastor ha optado por dejarse llevar por la corriente migratoria que está reforzando las Ligas europeas con productos ibéricos. El entrenador del Cuatro Rayas no ha querido desvelar cuál será su destino para la próxima temporada, aunque ha deslizado que no será dentro de las fronteras españolas. Sería extraño para un entrenador que “sólo conoce San Viator y Balonmano Valladolid” verle paseando la cartulina verde por otros banquillos que no sea el de Huerta del Rey. La tramitación de su billete de salida está en manos de su representante, Marcel Pagliotta, el mismo que llevó a Sierra hasta la sombra de la Torre Eiffel. Con el anuncio de su despedida los rumores acerca de la nueva residencia de Pastor se extenderán como una bomba de racimo, y no sería extraño que alguno de ellos apuntara en dirección a Paris. 

Sea cual sea el destino que marque la brújula del técnico, es posible que el camino no lo ande sólo. “Es una posibilidad que estamos hablando”, reconoce Pastor cuando se le pregunta si se llevará con él a alguien del staff técnico. 

Pastor asegura que el factor económico no es el que le ha llevado a abrir la puerta de Huerta del Rey y espera que el coliseo amarillo entienda y respete su decisión: “Me gustaría que la grada entienda cuál es la situación de un profesional que siempre lo ha dado todo por su club y por su ciudad”, declara.  

“Yo creo que el entrenador no abandona. He sido el último siempre en este sentido, pero alguna vez tenía que ser; otras veces hemos dicho que no a cosas. Salir de Valladolid es inevitable, no veo otra opción. Llevo toda la vida dándolo todo y los vamos a dar hasta el último día”, promete Pastor, que se pone a disposición del club más allá de su salida: “Voy a ayudar lo máximo en todo lo que me pidan, y cuando me vaya también lo haré si me necesitan”.  

Como hizo Banksy en Bristol, Pastor ha dejado su huella en los muros de Huerta del Rey. Un mural de vivos colores que firmará con tinta indeleble en junio; esa rúbrica será el punto y final a una obra en la que lleva trabajando 18 años.