El juego del ahorcado

El profesor está despistado. Es el momento perfecto para probar suerte con otra letra y evitar que tu monigote quede expuesto desde lo alto del cadalso. Esa era la mecánica del juego del ahorcado, al que casi todo el mundo ha jugado a escondidas desde su pupitre en su época de estudiante. El objetivo no era otro que completar la palabra escondida mientras intentabas que tu rival se viera con la soga al cuello antes que tú. En la Asobal, en cada jornada que pasa quedan menos letras en juego y más posibilidades de completar la palabra permanencia que persiguen varios equipos implicados; entre ellos, el Cuatro Rayas Valladolid, que se verá las caras con el Puerto Sagunto el sábado a las 20.30 horas en el aula magna de Huerta del Rey. 

Con una mano armada con un lápiz, intentando desnudar al que tienes enfrente, y con la otra construyendo un muro que sirva para esconder tus cartas, castellanos y valencianos participarán en un juego que queda lejos de ser de niños. La soga da alergia y el equipo vallisoletano quiere quitársela cuanto antes. Esto hace del encuentro "otra superfinal", como la define el entrenador del Cuatro Rayas Valladolid, Juan Carlos Pastor. 

Con el Palma del Rio ya fuera de la partida, Puerto Sagunto, que la pasada jornada consiguió la permanencia virtual tras ganar al Academia Octavio en su feudo, y Cuatro Rayas están instalados respectivamente a cuatro y dos puntos, más el average, del Academia Octavio, que marca el final del juego. Una situación privilegiada que muchos hubieran firmado al principio de la segunda vuelta: "Después de perder en Aranda, a todos nos hubiera gustado estar en la posición que estamos ahora", declara Pastor. Una rúbrica que sería de oro con la victoria en Huerta del Rey: "Tenemos la necesidad de ganar el partido. La victoria nos dejaría en una posición muy buena, pero no definitiva", reconoce. 

La escuadra vallisoletana debe afrontar el encuentro desde un estado de calma regado con intensidad. Un cóctel de café y tila. "La puesta en escena es fundamental. Es importante el carácter, pero no la ansiedad", pero sobre todo hay que poner sobre el asador "balonmano. Sin ello no vas a ganar partidos", advierte el técnico. 

Así, con la "cultura del esfuerzo como base para el partido", el equipo vallisoletano afronta la recta final de un calendario que "no es bueno, pero que puede hacerse bueno por el camino". La primera parada del camino al que se refiere Pastor es en casa ante el Puerto Sagunto, un equipo que cuenta con una "defensa pesada que hay que intentar mover". El equipo de Vicent Nogués está armado con todos los elementos posibles para poner en apuros a los amarillos. La velocidad de Javier Tarrasó y Pocholo se unen a la experiencia de jugadores como Fernando Latorre o Danil Chernov para dar cuerpo a un equipo en el que brilla la figura del pivote móvil, con Iker Serrano. Todo ello acompañado por Bruixola bajo palos, la auténtica bestia negra del conjunto pucelano tanto en el partido de Liga como en la eliminatoria copera que les enfrentó con los levantinos. 

El conjunto valenciano es una puerta blindada que Pastor quiere derribar con todas las ganzúas que tiene a su disposición. Pocas han sido las veces que el técnico vallisoletano ha podido contar con su plantilla al completo. Con Bozovic de vuelta tras su odisea burocrática, el Cuatro Rayas tiene a todo su plantel en condiciones óptimas, un dato que celebra su entrenador. Con todas las cabezas centradas en el juego, las letras deben de ir fluyendo para que el equipo vallisoletano salga victorioso de esta partida del juego del ahorcado, y, de paso, apretar un poco más la soga de sus rivales.   

Tras las elecciones a la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez se ha convertido en el nuevo inquilino del asiento presidencial que abandona Juan de Dios Román. Con él, y tras la marcha de Valero Rivera a Catar, los primeros movimientos se han realizado en el banquillo del combinado nacional. Manolo Cadenas cogerá las riendas del vigente campeón del mundo, "un premio a su trabajo y a su trayectoria", a juicio de Juan Carlos Pastor, que asegura que el técnico del Ademar de León "Se merece ser seleccionador del equipo español". 

Cadenas compaginará su labor al frente de la roja con las propias de su futuro club, el Wisla Plock polaco, lo que le obligará a desdoblarse para atender a las necesidades ambos conjuntos. "Es una buena noticia que los seleccionadores puedan ser jugadores", asegura Pastor, al que ya le tocó compaginar ambas facetas en su etapa como entrenador del combinado nacional. "El trabajo es mucho mayor ahora, porque los jugadores no están concentrados en España", analiza; sin embargo, define la experiencia como ilusionante. 

Pastor, que sonó para suceder a Valero Rivera al frente de la roja, reconoce que Hombrados le llamó, en calidad de candidato para la presidencia de la RFEB, en enero para tantear las posibilidades de contar con él. Una opción más en la lista de futuribles para el banquillo de la selección. "Hay dos cosas importantes: la familia y el club, y si uno de los dos chirría... es imposible", resume el entrenador vallisoletano.