El Cuatro Rayas quiere encender las luces del árbol

Se acercan las navidades y el Cuatro Rayas Valladolid sigue mirando al cielo, buscando la estrella que le guíe hasta Belén. El equipo se despedirá hasta el año que viene de su afición (si la profecía maya no lo impide) y lo quiere hacer dejando un sabor a dulce navideño en el paladar de sus seguidores, con una victoria ante el Cangas de Morrazo (20.30 horas-Huerta del Rey).

Cualquier otro resultado que no sea la victoria ante los gallegos supondría turrón del duro; el año deportivo termina el fin de semana en Vistalegre, y pensar en sacar algo positivo ante el Atlético de Madrid es material para los Reyes Magos. Por esta razón, el equipo debe sumar de dos en dos para que los números le sigan cuadrando a Juan Carlos Pastor: “A mí me salen las cuentas de aquí al final”, declara el técnico.

Enfrente  estará el equipo de Pillo. Los gallegos se han mostrado fuertes en su feudo y vulnerables lejos de él. Un viaje, una derrota; así se resume la trayectoria de un club que no sabe lo que es ganar en Huerta del Rey en competición oficial, pero que fue, sin embargo, el que abrió las puertas a la crisis que vive el Cuatro Rayas, al que derrotó en el Trofeo Ciudad de Valladolid el pasado verano. El juego del Cangas pasa por las manos de David García, al que Pastor ya ha cogido la matrícula: “Hay que tener controlado a su central”, advierte.

Huerta del Rey será testigo del cara a cara entre los dos equipos menos goleadores y más goleados de la Asobal. Pese a que los números de los vallisoletanos son ligeramente mejores, los gallegos han sabido rentabilizar mejor sus goles, apuntando en su casillero ocho puntos, tres más que los amarillos. Una derrota ante un rival directo supondría poner la frontera de la salvación a cinco puntos, con media liga todavía por caminar.

De vuelta a la pizarra, los números que Pastor necesita tienen que sumar, mínimo 18, o lo que es lo mismo, 13 de los 34 que quedan por jugarse. Asequible sobre el papel, difícil sobre la pista de la Asobal, en la que cualquier equipo puede patinar; por esta razón, el técnico vallisoletano tiene en mente mimar al gol average entre rivales directos, por lo que pudiera pasar.

La victoria urge en el Cuatro Rayas, y para su entrenador, tiene que llegar desde la tranquilidad: “La ansiedad no nos viene bien”. La ansiedad, un enemigo que le arresta con unos grilletes de errores que se pagan con puntos: "Estando mejor en la clasificación no fallamos cuatro penaltis, ni tres contraataques solos contra el portero. Esas situaciones las da la ansiedad”, asegura Pastor.

El técnico reconoce que en el vestuario hay ganas de jugar y el espíritu de lucha necesario para revertir la situación: “Es difícil caerse y volverse a levantar todos los días, y los chicos están aprendiendo a hacerlo”. Un impulso motivado por ellos mismos, por el futuro deportivo del club y por la grada: “Queremos darnos una alegría; es el último partido del año en casa y vemos que la gente de alrededor también está sufriendo”, reconoce.

Ser colista de la Asobal deja al Cuatro Rayas un escaso margen de maniobra, casi tan escaso como las opciones que Pastor brinda a su equipo de cara al partido del miércoles: “Sólo queda una, ganar o ganar”.


No sólo deporte

El partido ante el Cangas de Morrazo vendrá acompañado por dos iniciativas que harán olvidar por un rato lo que ocurra sobre el parqué. La primera se ha convertido ya en un clásico aplaudido en Huerta del Rey; la tradicional lluvia de peluches. Cruz Roja se encargará de recoger y distribuir entre las familias más desfavorecidas los juguetes y peluches que los aficionados acerquen al feudo del Cuatro Rayas.

Por otro lado, la concejalía de turismo del Ayuntamiento de Cangas entregará a la entrada del pabellón un folleto turístico del Morrazo y unas participaciones gratuitas para el sorteo de una estancia de tres días y dos noches en la casa rural de la playa de Rodeira.

Solidaridad y turismo aderezarán el último espectáculo deportivo del año en Huerta del Rey.