Foto de familia para celebrar las navidades. FOTO: Mariano González
Foto de familia para celebrar las navidades. FOTO: Mariano González
Foto de familia para celebrar las navidades. FOTO: Mariano González
 |  Cuatro Rayas Valladolid

El central está en casa

19 de Diciembre de 2012
Escrito por
Guillermo Sanz

No hay que buscar debajo del árbol ni dentro del calcetín. El regalo que pidió a los reyes magos Juan Carlos Pastor está más cerca de la estantería que del parqué. No están las cosas con la crisis como para caer en una fiebre consumista, y menos cuando el regalo ya está en casa. Así lo estima el presidente del Cuatro Rayas Valladolid, Dionisio Miguel Recio, que deposita su confianza en César Pérez Merino.

El máximo responsable del cuadro vallisoletano posó en el “año más ácido en los ocho años” que lleva al frente del club para su última foto como presidente. Las elecciones se acercan y Dionisio Miguel Recio deja la butaca para firmar “el último contrato de mi vida con mi familia”. Espera que el que recoja el cetro apueste por la cantera, de donde ha salido el central que faltaba. 

El brillante papel que César Pérez Merino realizó el pasado domingo en una plaza como la de Vistalegre ha sorprendido gratamente al directivo que confiesa que “hasta hace dos partidos estaba convencido de que había que fichar un central, pero ahora no lo estoy. El último partido nos ha dado a conocer que tenemos un gran central, César Pérez, que para mí tiene un porvenir estupendo. Creo que es el central que necesita el equipo”, asegura.
En esta línea, sólo llegará un refuerzo si el área técnica lo pide “urgentemente”. Sobre la plantilla, Dionisio aseguró que Héctor Tomás renovará el jueves su compromiso con el club amarillo mientras dure la lesión de Yeray Lamariano. 

Todo apunta a que Pastor no tendrá una pieza más en su tablero de ajedrez con la que realizar movimientos maestros. El técnico no esconde su deseo de sumar efectivos a la plantilla: “Cuantos más seamos, mejor”, pero es consciente de que la situación económica es la que es, y confía en sus pupilos. El técnico del Cuatro Rayas, hombre con memoria de elefante donde les haya, recuerda el año 2005, un número para enmarcar con oro tanto con la selección, con la que consiguió el Mundial de Túnez, como con el Balonmano Valladolid, donde firmó una segunda vuelta de ensueño. Una manera de decir que hasta el rabo todo es toro y que el equipo puede dar muchas alegrías a su afición: “Ojalá empecemos una nueva etapa, que nos salvemos lo antes posible, que hagamos un buen juego y que la gente se ilusione”, espera.

El primer paso para llegar a esa meta lo tienen que dar los veteranos como Marko Krivokapic. El serbio reconoce que en los 21 años que lleva casado con el balonmano nunca había comido un turrón tan amargo en estas fechas. El lateral, que ya avisó a principio de temporada de que el “equipo necesitaba tiempo, porque es muy joven”, lamenta que el parón llegue en el mejor momento del equipo. El balcánico sólo pide una cosa al nuevo año: “Que todos estemos bien físicamente”; ¿Los resultados? “vendrán solos”.

 Los encargados de que lleguen los resultados serán los jóvenes que trabajan codo con codo junto a los mayores. Es difícil hablar de cantera para el año 2013 sin nombrar a Gonzalo Porras. El pivote ha vivido un año almibarado y quiere que el año nuevo siga apuntando con la flecha hacia el techo. “Personalmente he tenido un éxito muy grande con la selección, con el Campeonato de Europa, y además he vuelto a casa a jugar en Asobal”.
Porras se ha convertido en una de las revelaciones de la Liga, una oportunidad que ha venido brindada por la crisis económica, encargada de abrir la puerta de la cantera: “Ahora tenemos la oportunidad de demostrar que valemos, que podemos estar en la categoría y dejar al Valladolid en el puesto que se merece”.

El joven pivote está rompiendo moldes a golpe de carácter. “Soy un pivote pequeño, pero tengo unas características diferentes a las que pueda tener uno de dos metros. Llegué pensando en que lo iba a dar todo y que no me iba a dejar amedrentar por nada ni por nadie”, y así está siendo. Un año de plata para el canterano que quiere bañar en oro ayudando a sacar al equipo de los puestos de descenso, un propósito que espera conseguir: “Vamos a más. Creo que vamos a ir sacando buenos resultados y a estar por arriba”.

Porras, como el resto de sus compañeros, ya sabe lo que es firmar autógrafos a los canteranos que pasaron por Huerta del Rey para lucir orgullosos ante el fotógrafo la cantera de la que puede presumir el Balonmano Valladolid.