|  Cuatro Rayas BM Valladolid

El Al-Saad "vallisoletano" consigue la tercera plaza

Concluyó la SuperGlobe en Catar, y el Cuatro Rayas BM Valladolid vuelve a España con buenas sensaciones. Los seis jugadores que han representado al conjunto de Juan Carlos Pastor, también presente en tierras cataríes junto al presidente Dionisio Miguel Recio, han realizado un buen papel y han ayudado a que el Al Sadd Lebannon consiguiese su mejor clasificación en todas sus participaciones en este torneo. Este miércoles, en el partido por el tercer y cuarto puesto, se han impuesto al cuadro del Zamalek egipcio por 28-23.


En la primera mitad, el encuentro entre el equipo "vallisoletano" y el Zamalek egipcio estuvo igualado, y al término de los 30 minutos se llegó con un ajustado 13-10, a favor de los locales. Tras la reanudación, la aportación de jugadores como Krivocapic, autor de 7 tantos, los mismos que Havard Tvedten, y de Perales (5) y Edu (3), ayudaron al cuadro del Al Sadd Lebanon.


El otro vallisoletano, Eduardo Gurbindo anotó un gol y el guardameta José Manuel Sierra realizó un buen partido, con 13 paradas a 36 lanzamientos, lo que le dio una efectividad del 36%. El cuadro del Al Sadd Lebanon basó su victoria en los jugadores vallisoletanos, entre ellos consiguieron 22 de los 28 goles con que derrotaron al Zamalek.


Por parte del conjunto del Zamalek, Ahmed Al Ahmr fue el máximo realizador del partido con 8 goles, y su compañero Hassan Yousry marcó otros 5.


La expedición vallisoletana regresa ya a la capital castellana donde tiene previsto llegar el jueves por la tarde. El resto de compañeros que no han viajado a la cita catarí lleva toda la semana preparando el choque decisivo ante el Ademar León del próximo sábado en Huerta del Rey, a las órdenes del segundo entrenador del Cuatro Rayas BM Valladolid, Eduardo Izquierdo.


La SuperGlobe se la llevó el Kiel alemán que superó en la final al Renovalia Ciudad Real por tres goles de diferencia, 28-25. La final fue muy igualada y el conjunto manchego luchó hasta el final. La labor del guardameta francés Omeyer que detuvo hasta 19 lanzamientos de los hombres de Dusjevahev, resultó clave para que el cuadro germano se alzara con el título.