Derrama voluntaria para llegar a fin de año

Derrama; esa terrorífica palabra que nadie quiere escuchar en una reunión de vecinos. En las últimas fechas, las derramas se están instalando más allá de las fronteras de las comunidades y están poniendo raíces en los clubes deportivos. Si hace unos días era el alcalde de la ciudad, Francisco Javier León de la Riva, el que pedía una ayuda a los abonados del baloncesto para sacar adelante el club, en esta ocasión la petición sale de boca del nuevo presidente del Balonmano Valladolid, Óscar Simón, que mandó un mensaje de ayuda a todos los aficionados del club vallisoletano. 

"No estoy pidiendo socorro, estoy pidiendo ayuda. Han entrado fuentes de ingresos, pero no los suficientes para terminar la temporada", anuncia el directivo. Una ayuda en forma de dinero. Para ello, el club pondrá a disposición de los socios una cuenta bancaria en la que podrán hacer una aportación que permita "hipotecar el club lo menos posible". 

Para facilitar la aportación de los socios, el Balonmano Valladolid ha pensado en el abonado que no se sabe manejar en internet o que no tiene cerca una oficina bancaria; por ello se situarán en el transcurso del próximo partido dos urnas en las puertas principales para que "puedan realizar la aportación que ellos quieran o puedan".  

Óscar Simón no quiere hacer previsiones del dinero que se puede recaudar, pero es consciente de que "unos pocos hacen un mucho", y esa petición de participación del socio se lanza bajo el lema ¡Aumenta tu compromiso con tu club!, al menos durante lo que resta de temporada. La próxima campaña la situación será diferente con la entrada de nuevos patrocinadores, como indica el presidente de la entidad vallisoletana. 

El máximo dirigente del club recuerda que el Balonmano Valladolid "no es una sociedad anónima, es un club deportivo que es de todos los socios. Entendemos que todo el colectivo social debemos sacar el club adelante". Aún así, la primera premisa de esta campaña es dejar abierta la puerta a la colaboración voluntaria de los abonados, renunciando a la imposición por decreto: "Pensábamos haber puesto un día del socio, pero puede haber alguna persona que por circunstancias personales quiera ayudar a su club, pero no pueda. Se habló con las peñas la idea del día del socio y les pareció bien, pero hay familias que están en paro y no pueden. Yo, lo que no quiero es que se pierdan el partido", afirma el presidente. 

El agujero que el club arrastra desde temporadas anteriores está llevando a la directiva a lanzar un mensaje de ayuda. Pese a que las deudas con los exjugadores, salvo Cutura, están negociadas para prorrogarlas en el tiempo, y la actual plantilla ya ha recibido la transferencia de la nómina de febrero, la directiva sigue removiendo cielo y tierra para asegurar la supervivencia del histórico club.