Cuatro campeones y una solitaria medalla
La comida, cuando la pruebas a muchos kilómetros de distancia de tu casa, siempre tiene un sabor extraño; ni mejor ni peor, simplemente diferente. Gurbindo, Joli, Sierra y Nikcevic degustaron un menú serbio, que dejó un regusto agridulce en sus paladares. Las papilas gustativas de los cuatro internacionales del Cuatro Rayas pedían más, pero la ración más grande se la llevó Dinamarca a la boca, dejando con hambre de triunfos al resto. Ahora, con las derrotas ya digeridas, es el turno de volver al trabajo diario y de centrarse en la Liga, donde el sábado reciben al Atlético de Madrid en Huerta del Rey.
El que mordió el trozo más amargo de pimienta fue Guillaume Joli. La selección francesa, tetracampeona del mundo, firmó una paupérrima actuación en los Balcanes, cerrando el Europeo en la undécima posición, algo impensable en la bleu, que es una de las potencias mejor armadas del panorama balonmanístico internacional. Joli asegura volver a Huerta del Rey muy bien físicamente, porque no he jugado mucho, y es que, tener por delante a Luc Abalo es enfrentarse al Everest.
Pese al annus horribilis francés, el extremo mantiene intacta su fe en el combinado dirigido por Claude Onesta: No creo que haya problemas internos en Francia, lo que pasa es que hemos jugado mal en la pista. Los que siempre lo hacían bien han bajado el nivel. Tengo mucha confianza en este equipo. Lo van analizar, a pensar y van a volver mucho más fuertes, asegura.
Ahora, con la Liga llamando a la puerta, es el momento también de pensar en si Pastor podrá contar con su lanzador de penaltis favorito la próxima campaña. Una renovación que no urge al jugador de la bronzé. No he tenido mucho tiempo para pensarlo. Ahora hablaremos otra vez. No tenemos prisa. Mi valor ha bajado mucho con el Europeo, bromea.
La desilusión española la personaron Gurbindo y Sierra. A los dos jugadores de la roja el cuarto puesto obtenido en Serbia no refleja el buen juego de los hombres de Valero Rivera. La crueldad del deporte pasó lista en semifinales y comenzó nombrando a España. Nos venimos decepcionados por los dos últimos partidos. Llegas a semifinales y siempre es una ilusión estar entre los cuatro mejores de Europa, pero tienes un alto porcentaje de llevarte una medalla y te vas sin nada después de hacerlo bien en las primeras fases. Es un sabor amargo, analiza Gurbindo, y añade: Nos ha faltado, además de fortuna, dar un pasito más. Ganar contra Francia fue un buen comienzo, eso le dio moral al equipo y hasta semifinales la línea fue ascendente.
El navarro asegura que el cambio de aires le ha venido bien para afrontar con fuerza la segunda mitad de la Liga, una bombona de oxígeno que ya demandó al finalizar la semifinal de la Copa Asobal ante el Barcelona Intersport. Me ha venido muy bien irme. Tenía ganas de marchar, cambiar de ambiente y estar con otros jugadores. Ir a la selección siempre es un plus. Ahora vengo con ganas de mantener la tercera plaza hasta el final, declara.
Su compañero de selección, Sierra, entró en la lista de Rivera para sustituir a Sterbik y ayudar a Hombrados bajo palos. Sin embargo, su rol secundario se convirtió en un papel protagonista, erigiéndose como uno de los mejores jugadores de España. El andaluz no cree, sin embargo, que fuera el sustituto del considerado como el mejor portero del mundo. Yo creo que iba a ser Sierra y a intentar hacerlo lo mejor posible. No pensaba en eso. Estoy contento de todo menos del último partido, asegura.
Cuatro internacionales sentados alrededor de la misma mesa y sólo una medalla para decorarla, la conseguida por Ivan Nikcevic. Un metal que levantaba la envidia sana de sus compañeros de equipo. Una plata que tampoco dejó plenamente satisfecho al internacional serbio. Estoy muy contento porque, después de tantos años sin ganar Serbia una medalla, tengo el honor de ganarla en mi casa. Queda un sabor agridulce porque ves que puedes conseguir algo más, declara.
Pese a que el extremo ha sido una de las piezas clave del subcampeón de Europa, el jugador asegura estar fresco: He jugado bastante minutos, pero he disfrutado todo el campeonato y no me noto cansado.
Además de demostrar su brillantez sobre el parqué, Nikcevic demostró lucir también en el campo de la profesionalidad. La selección serbia estaba invitada por el gobierno del país balcánico a una recepción oficial para agradecerles la plata conseguida. Algunos jugadores españoles como Dalibor Cutura, del Ademar, no volverá a León hasta el viernes. Nikcevic ha preferido adelantar su llegada a Valladolid para ponerse cuanto antes a las órdenes de Pastor y preparar el difícil compromiso ante el Atlético de Madrid del próximo sábado. Estaba invitado, pero quería volver antes aquí porque sé que la competición está muy dura y tenemos un partido importante el sábado, asegura.