Con la capucha de verdugo
Como en el Lejano Oeste. Pastor acudirá con el traje negro de enterrador a casa del ajusticiado, cinta de medir en mano, para saber que dimensiones debe tener la caja de pino en la que el Alser Puerto Sagunto puede dormir el sábado (18.30 horas) si quema ante el Cuatro Rayas sus últimas esperanzas de mantenerse en la Asobal la próxima temporada. El conjunto levantino es el colista de la Liga y una derrota ante los vallisoletanos, acompañada de una victoria del Octavio, apretaría la palanca del cadalso, donde el equipo de Estornell ya espera con la soga al cuello.
Pastor, que asegura que su objetivo hasta final de temporada es sumar todos los puntos posibles, puede convertirse en el accidental verdugo de un equipo que aún no ha logrado llegar a los dos dígitos en su casilla de puntuación, tras 25 jornadas disputadas. Los solitarios nueve puntos cosechados han colocado la espada de Damocles sobre la cabeza de los valencianos. Una angustiosa situación que no entraba en los pronósticos del técnico vallisoletano a principio de temporada: Su clasificación no es la que esperábamos. Pensábamos que iban a estar más arriba, por sus fichajes y por la experiencia de la gente, pero ha perdido ante rivales directos, analiza Pastor. El entrenador del Cuatro Rayas, no obstante, desconfía de la situación límite del Puerto Sagunto: No están matemáticamente descendidos así que seguirán luchando hasta el final, y más en casa.
A ojos del capitán de la nave amarilla, el Puerto Sagunto intenta, con sus armas, ser fiel a su estilo. Esas armas de las que habla Pastor son el orden que da Latorre y la defensa grande que tienen, además de un coliseo, el Ovni, que muestra un apoyo incondicional a sus jugadores, llueva, nieve o haya sol en Valencia. Eso sí, a Alberto Estornell se le han caído dos pistolas de la canana. Sergio Berrios y Chelu Cid no podrán de ser de la partida ante el Cuatro Rayas. Por su parte, los amarillos viajarán a Sagunto con el equipo al completo (a excepción de Perales), incluido Joli, que recibió en la nariz un codazo involuntario de Tokic en el último entrenamiento antes de partir hacia Valencia.
Mientras que las borrascas dominan en la provincia levantina, en Valladolid se sigue peleando por alcanzar al Ademar en la tercera plaza de la Asobal. Un objetivo posible, pero complicado, porque para Pastor, la eliminación europea no pasará factura a los leoneses. No creo que Cuenca les sorprenda. En León es muy difícil ganar ahora mismo, asegura el técnico.
Se escale o no a la última plaza en juego que da un pase para la Champions, el Cuatro Rayas se ha ganado ya un billete para viajar por Europa. Un éxito, con el mérito añadido del difícil itinerario que le ha tocado recorrer al conjunto vallisoletano esta campaña, que no es justamente valorado por la afición, según el técnico: Se valora poco, como siempre. Lo que tiene que valorar la gente es cuántas veces estamos ahí. Parece que es obligatorio estar en Europa. La gente se da cuenta de las cosas cuando se pierden, declara.