Cita con el diván
El Cuatro Rayas tiene este sábado (20:00 horas) una cita con el diván. El conjunto vallisoletano tiene que dar la cara para que no caiga la cruz del farolillo rojo sobre él, y es que Huerta del Rey recibe este fin de semana al colista, el Bidasoa.
Para que la terapia surta su efecto es condición sine qua non desbloquear su mente y desarbolar al equipo irundarra en un partido que recorrerá dos universos paralelos: el físico y el psicológico; en el que tanto Cuatro Rayas como Bidasoa tendrán que combatir contra la "presión por ganar, que es muy grande", como advierte Nacho González. Precisamente ese factor mental es el que más preocupa al técnico vallisoletano, que se agarra a las canas de los veteranos: "Me da más miedo el factor psicológico. Tenemos que ser muy fuertes y, sobre todo, los veteranos deben aportar esa tranquilidad en el juego".
El aspecto físico tampoco es peccata minuta para el entrenador del Cuatro Rayas, que mantiene entre algodones a Peciña, Megías, Lamariano y Paco López. Todos "están intentado hacer un esfuerzo grande, porque saben que uno menos dificultaría muchos las cosas"; por ello todos corren contra el reloj para recuperarse de diferentes contusiones. El que sí que estará en Huerta del Rey como viga de refuerzo será Alberto Camino, aunque "lo normal es que no juegue".
El club espera que el Día del Socio haga del ruedo pucelano una olla a presión para recibir al Bidasoa de Fernando Bolea, que se ha reforzado con Filip Källman. El ex de Naturhouse y Ciudad Real desembarca en Irún para dar un empujón de calidad a una plantilla en la que Jon Azkue y Ander Ugarte ejercen de faros. El conjunto vasco tiene en el sueco un salvavidas de lujo para intentar ceder el último puesto al Cuatro Rayas. Pese a tratarse de un partido entre los dos equipos que cierran la tabla clasificatoria, Nacho González no lo ve como una final, al menos para el conjunto que dirige: "Es un partido muy importante. No quiero hablar de finales, porque todavía quedan doce jornadas y pueden ocurrir muchas cosas", a lo que añade: "Tal vez para ellos sí que es el último tren al que aferrarse para continuar en la Asobal, porque en caso de perder les sacaríamos tres puntos más el average", concluye.
La permanencia pasa por ser el primero en levantarse del diván para salir de la depresión deportiva antes de que se acabe el bono de sesiones.