Fernando Hernández jugará con el 10 a la espalda. FOTO: Photogenic
Fernando Hernández jugará con el 10 a la espalda. FOTO: Photogenic
Fernando Hernández jugará con el 10 a la espalda. FOTO: Photogenic
 |  Cuatro Rayas Valladolid

Canas para un lateral

6 de Julio de 2012
Escrito por
Guillermo Sanz

A principios de siglo, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, popularizó en el mundo de los medios de comunicación una expresión que aún resuena en la lejanía. El mandatario blanco hablaba de Zidanes y Pavones, una filosofía que consistía en unir en el mismo vestuario a jugadores contrastados con jóvenes promesas de la cantera. Bien, ahora, una década después, y lejos de los contratos multimillonarios, el Cuatro Rayas Valladolid tiene su propia filosofía, que se podría bautizar como Fernandos y Porras.

En pleno proceso de reconstrucción de la plantilla, en el puerto de Huerta del Rey ha desembarcado una carabela legendaria y vetusta. Una Perla Negra que ha encontrado en Valladolid el destino perfecto para despedirse de los Siete Mares. Su nombre es Fernando Hernández Casado y su historial deja pocos huecos para rellenar.

Desde que se proclamó campeón de España cadete con La Salle en el 89, ha amasado una envidiable colección de trofeos a su paso por el Arcos Valladolid, el Ademar de León (una Recopa de Europa y una Copa Asobal), el Barcelona (Copa y Supercopa de Europa, dos Ligas y dos Copas del Rey, entre otros) y la selección española (Campeón del Mundo en Túnez, con Pastor en el banquillo). Ahora, y tras dos años en el Balonmano Badajoz de División de Honor Plata, vuelve a coger con las manos sus raíces y ha encontrado, a sus 39 años, en Valladolid la laguna perfecta para realizar su canto de cine.

“Estoy muy contento de volver a casa. Vengo a retirarme, a dejar el balonmano. Se dio esta situación de venir a ayudar y yo tengo muchas ganas de poder seguir aportando cosas. El club me ofreció esta opción y no he tenido que pensármelo mucho”, declaró el jugador en su vuelta a casa. Fernando Hernández, que compatibilizará su compromiso con el Cuatro Rayas con su trabajo (ajeno al deporte), ya sabe qué quiere Pastor de él: “Me ha dicho que vengo a ayudar en el puesto de lateral derecho, en labores defensivas, y a madurar a la gente joven para que no se encuentren perdida en el salto a esta categoría”, asegura.

Pese a que el puesto de extremo es donde Fernando Hernández ha dado el mejor rendimiento, ya sabe que deberá ocupar el hueco que ha dejado la salida de Gurbindo. Algo que ni le preocupa ni le incomoda. Pastor ya le ubicó en esa posición cuando en su primera etapa en Valladolid, y durante las dos temporadas en Badajoz se desenvolvió como central y lateral. “He jugado de todo. A mí lo que me gusta es jugar y donde me pongan intentaré hacerlo lo mejor que pueda”, afirma.

Dieciséis años después, Fernando Hernández volverá a pisar Huerta del Rey. Casi 20 años de experiencia en cada zapatilla, pero el jugador no mira el DNI a la hora de vestirse con la casaca amarilla y saltar al parqué: “No es normal jugar con 40 años, pero yo he estado esta temporada jugando los 60 minutos con chavales de 20 años que subían dos contraataques y estaban asfixiados. La edad la tiene cada uno en su cabeza”, asegura, y añade: “Aquí sé que voy a tener más exigencia, pero si yo viera que estoy mal lo dejaba, no iba a ser una carga para nadie”.

Fernando aterriza con las ideas claras y los pies en el suelo. Es consciente de que el equipo al que ha llegado tiene que plantearse unos objetivos muy diferentes a los que se habían convertido en costumbre los últimos años. “Si a este equipo se le exige lo mismo que al que ganó la Copa del Rey, nos estamos equivocando. Tiene que haber comprensión y saber las aspiraciones que debe tener este grupo”.

El presidente del Cuatro Rayas, Dionisio Miguel Recio, dio la bienvenida al nuevo miembro de la familia y agradeció al jugador su “generosidad. Está en el grupo que menos cobra, porque quiere seguir y enseñarnos lo que ha aprendido estos años. Es algo que yo aplaudo. Eso es ser un gran vallisoletano. A otros les hemos llamado y no nos han hecho ni caso”, lamentó el directivo.

Con la llegada de Fernando Hernández, el Baby Cuatro Rayas que se está confeccionando ha ganado un hilo de oro del color de la experiencia para tricotar un nuevo equipo, y Pastor gana una mano derecha en la que delegar la aplicación de su filosofía de juego sobre la madera.