Actitud amarilla

Cerrar el candado y tirar la llave. Ese es el objetivo del Cuatro Rayas, que quiere que el Torneo Ciudad de Valladolid se quede en casa y no vuele hasta las vitrinas de un equipo que continúa haciendo oposiciones para convertirse en la bestia negra de los vallisoletanos: el Villa de Aranda. 

El partido, que dará comienzo en Pisuerga a las 18.00 horas del viernes, será un sabroso aperitivo para el primer título oficial de la temporada: la Supercopa de España, que se dará comienzo en el mismo escenario dos horas más tarde.

Nacho González asegura que el Villa de Aranda es un equipo que “sabe a lo que juega”, basado en las líneas maestras trazadas por su metrónomo: “Allí el jefe es Diego Camino y todo su juego pasa por él”, analiza el técnico, que también destaca la presencia en la portería de Javi Díaz. Portero y central son las dos principales armas de un equipo al que le plantarán cara con actitud. “Para nosotros es muy importante que el equipo tenga actitud de 10, y eso es lo que vamos a exigir fuera y, sobre todo, en casa”.

“Queremos dar una buena imagen, como el día de Guadalajara, pero estamos en pretemporada y seguiremos probando diferentes cosas”, recuerda el entrenador del Cuatro Rayas, que asegura que “la idea es llegar al primer partido de Liga al 100%”. El tiempo de preparación entra en su recta final y la lectura de Nacho González del mes y medio de trabajo que el equipo lleva a sus espaldas es favorable: “El balance es positivo. Hemos ido detectando los errores y trabajando en ellos. Hemos trabajado mucho el ritmo y lo hemos mejorado, también estamos mucho mejor en la movilidad en el ataque”, uno de los puntos flacos del conjunto amarillo en el primer partido de pretemporada ante el Villa de Aranda. 

Se van cumpliendo etapas aunque aún falta tiempo para ver la mejor versión de jugadores como Corzo, llamado a ser uno de los buques insignia del Cuatro Rayas esta temporada: “Este tipo de jugadores necesita tiempo. Los primeros partidos no veremos todo su potencial, pero es un jugador que cada día que pasa va creciendo y cada vez se siente mejor”, asegura Nacho González. 

El cubano es uno más de un vestuario que ha sorprendido gratamente al técnico vallisoletano. “La unidad del vestuario es algo fundamental y, desde la lesión de Pablo Cacheda ha tomado un cariz aún más importante”, declara Nacho, que tiene en sus mano una piña preparada para llevarse el Torneo Ciudad de Valladolid y comenzar la Liga con la mejor de sus caras.