36-24: Un indolente Pevafersa naufraga en territorio ruso
Sin ideas, sin ritmo, sin orden, sin intensidad defensiva. El Pevafersa Valladolid fue un mero sparring ante el Chejov ruso, que sin hacer un juego sin alardes pero si sólido y efectivo, se llevó por delante a los de Pastor, en la que puede haber sido la derrota más triste y amarga de los vallisoletanos en Europa en los últimos años. Y justo en el encuentro clave de esta fase de grupos, ante un rival en pugna por la segunda plaza, que todo parece, que si no se tuercen las cosas será para los rusos, que contarán con un cruce más asequible y con el campo a favor en los octavos de final de la Champions.
Y es que falló todo. La portería no estuvo atinada, la defensa hundida y con boquetes inmensos, en ataque sin ideas, previsibles y abusando del juego con Edu y, además, enormes fallos en contraataques sin quitar méritos a la actuación de Grams bajo palos del Chejov que cuajó un brillante partido. Lo único que no falló, en esta ocasión, fue la labor arbitral, que no tuvieron demasiados problemas para dirigir el choque vista la diferencia abismal de juego entre unos y otros.
Y es lógico cuando se quiere competir con los más grandes sin laterales, con un solo pivote y con unos extremos que parece que se han olvidado donde meter el balón. Sólo Entrerríos, Perales, Edu y Gurbindo a ráfagas, le dan mordiente al equipo en tareas ofensivas. Lo que parece claro es que Krivocapic está de mero comparsa ya que ayer no tuvo su oportunidad hasta que faltaban diez minutos, y que Chuchi, pese a su maestría al finalizar las jugadas no entusiasma Pastor. Y lo peor de todo, es que estamos a mitad de temporada y el mes de febrero llega con demasiadas curvas.
En lo que se refiere al encuentro, los rusos tomaron enseguida la medida a los de Pastor con una defensa 5-1 con Dibirov como avanzado que entorpecía, una y otra vez, los ataques pucelanos, que jugó de inicio, y durante casi todo el partido, con Entrerríos y Perales. Con una defensa hundida se propiciaba con facilidad el lanzamiento del conjunto ruso con un excepcional Ratkorsev, autor de cinco goles en los veinte primeros minutos. Zile y Tvedten daban un recital de cómo se puede fallar una y otra vez ante el meta contrario, mientras que Shelmenkoy y Kamanin sujetaban rudamente a Edu en el pivote. Con un 12-7 en contra, Pastor pedía un tiempo muerto que poco resultado dio, ya que aquí emergía la figura de Filippov para mantener esa renta al descanso (16-12).
El inicio de la segunda parte echó por tierra las esperanzas de los vallisoletanos de acercarse en el marcador. Un parcial de 5-0 elevaba a nueve la diferencia entre ambos contendientes. El Chejov, al igual que una máquina engrasada, ayuda a ello también, que doce de sus jugadores jueguen con la selección rusa y que lleguen de disputar el Europeo con muchos minutos en rodaje, fue incrementando la renta paulatinamente. Sólo Entrerríos y Perales veían puerta y Chuchi reivindicaba más minutos con un par de goles de bella factura. Quizá lo único positivo ya que la diferencia llegaba hasta los 13 goles (31-18) y no por ello los de Maximov bajaron el ritmo para encarar la recta final y lograr un resultado de 36-24, que deja muy cuesta arriba la posibilidad de acabar segundos en esta primera ronda.
En definitiva, malo no, sino pésimo resultado y juego el visto ante el Chejov, pero lo peor las sensaciones y justo en una semana en que Pevafersa se baja del barco para la próxima temporada.
FICHA TÉCNICA:
36.- Chejov (16+20): Grams, Kovalev (2), Shelmenko (3), Chipurin (3), Ivanov (3), Ratkorsev (8), Dibirov (4), Filippov (7), Aslayan (1), Chernoivarov (3), Goncharov y Starykh
24.- Pevafersa Valladolid (12+12): Sierra, Zile, Víctor Hugo, Entrerríos (6), Perales (5), Edu (3), Tvedten (2), Gurbindo (3), Rentero (1), Zile, Chuchi (3), Ávila (1), Krivocapic y Svensson
Árbitros: Brunovsky y Canda.