33-34: Bravos hasta el final

Hasta el rabo todo es toro, mientras hay vida hay esperanza... El refranero popular lanza varios mensajes en voz alta de cómo una historia no termina hasta que no aparece el letrero de la palabra fin. El Atlético Valladolid ha optado en la recta final de la temporada por seguir esta corriente y continuar fiel a su filosofía competitiva hasta el cronómetro decretara el final del último partido de la Liga regular. 

La clasificación prematura para el playoff podía dar a los pucelanos un margen de relajación; una baza que han preferido no jugar ni contra Nava ni contra Barakaldo, a quien se enfrentó en Grosotiza este sábado, donde tuvo que luchar hasta el último segundo de partido para sumar una victoria que le permita llegar a la fase de ascenso con la moral alta. 

Los vascos impregnaron el inicio del partido de intensidad. El Barakaldo se jugaba la vida en 60 minutos y no quería perder ni uno especulando. La velocidad vizcaína puso la balanza de su lado en los primeros compases del encuentro, pero los nervios se pagaban caro en Gorostiza y el Atlético, acoplado a una defensa 5:1 reconstruida por las bajas, cogió el ritmo del partido y del marcador (9-11). 

La ansiedad vasca y el espíritu bravo de los vallisoletanos bailaban sobre el mismo escenario, que vio cómo el luminoso dibujaba un 13-17 al llegar al tiempo de descanso. El Barakaldo salió del vestuario dispuesto a cornear a su rival. El conjunto vizcaíno puso toda la carne en el asador, pero en el bando atlético estaba Alfonso de la Rubia para apagar las brasas. El central lideró las tropas azules, que parecían haber resuelto el partido por la vía rápida (17-22). 

Sin embargo, la última palabra no estaba escrita y la segunda exclusión de Källman apartó al Barakaldo del frío. Los locales lanzaron un toque de corneta y se volcaron sobre la meta de César Pérez. Poco a poco, minaron la renta hasta que el 28-28 iniciaba un partido nuevo. Era tiempo para los valientes. Sólo uno podía quedar de pie en el intercambio de golpes y ese fue el Atlético Valladolid. De la Rubia aprovechó la última jugada del partido para, en una travesura de pillo, se colocó en posición de anotar el 33-34 con el que se cerraría el partido. Un gol que logró derrocar a un Barakaldo que despide la categoría con la cabeza alta y espolea al Atlético Valladolid de cara al playoff de ascenso. 

El entrenador del Atlético Valladolid no quería que sus jugadores fueran a Barakaldo de vacaciones y así fue. "Queríamos competir hasta el final y lo hemos hecho. Competir me parecía importante para llegar a la fase de clasificación con sensaciones positivas", explica Nacho González. 

Por delante una fase de ascenso en la que le esperan partidos duros: "En el estilo de juego lo que nos vamos a encontrar es contrario a esto, pero en la dureza del partido... este ha sido un buen ensayo", asegura.