33-24: Anaitasuna paga los platos rotos
El que probablemente sea el conjunto más solvente de la Asobal se plantó en Huerta del Rey, chequera en mano, para pedir la cuenta de la vajilla que Jota y su cuadrilla habían roto una semana antes en Logroño... y la broma le salió por un ojo de la cara. Sin rastro del equipo guerrillero que se deja el alma cuando juega con los vecinos ricos de Pamplona, los pupilos de Aitor Etxaburu, firmaron su sentencia de muerte con su propia pluma.
Los navarros saltaron al ataque, sin poner otro ojo en la defensa. Autopista sin peaje para el contraataque amarillo, que a los siete minutos ya mandaba con autoridad en el marcador (6-1). El Helvetia se levantó de la cama y se tropezó con la alfombra. Tocaba cambiar de táctica si quería sacar algo, más que un sonrojo de su visita a Valladolid. Etxaburu pidió un tiempo muerto y reorganizó la estrategia, dejando a Nadoveza como motor. La táctica tampoco dio resultado y mientras que los goles fueron un torrente sobre la portería de Capón, en el lado de Sierra no fue más que un raquítico goteo. Bien por acierto del onubense, muy inspirado en la tarde de hoy, o por la propia ineficacia navarra.
Las distancias cada minuto que corría se hacían más evidentes y el partido tomó un matiz soñado para Pastor. Tiro de gracia en la primera parte (17-6) y descansar en la segunda, con los deberes hechos. El partido, en su segundo acto, se convirtió en una burbuja chill out para el técnico y en un escaparate para los jugadores menos habituales de la plantilla del Cuatro Rayas. Todas las piezas de la maquinaria amarilla estaban engrasadas (sólo Ávila se quedó sin ver puerta) y el partido se tornó en pachanga cuando la ventaja pucelana alcanzó su máximo esplendor.
Con los siete titulares en la banquillo, el Anaitasuna tenía la polvera en la mano y estaba dispuesto a maquillar el resultado. Nadie quiso hacer sangría de un equipo que el año que viene volverá a ser Asobal y, con la venia de Pastor, el marcador pasó de humillante a holgado en cuestión de minutos. Un sparring de lujo para los suplentes amarillos a los que unos, como Lamariano o Eilert, que cuando se desprende de la capa de nervios con la que se viste demuestra tener mimbres para aportar al equipo, hicieron gala de su buen juego de piernas, otros, como Tokic, fue noqueado por su mismo gancho. El italo-croata anotó un gol y fue excluido dos veces en media parte. Gris aportación para un jugador que tiene aún mucho que demostrar a su superior.
El partido terminó, pese al resultado (33-24), con un buen sabor de boca para los dos equipos. Uno, el Cuatro Rayas, feliz por certificar su presencia en Europa la próxima campaña y por lavarse la cara después del varapalo de La Rioja. Otro, el Helvetia Anaitasuna, se marchó de Huerta del Rey con el orgullo intacto, después de esquivar lo que podría haber sido una goleada de escándalo.
FICHA TÉCNICA
33.-Cuatro Rayas Valladolid(17+16): Sierra (p.), Krivokapic (2), Gurbindo (4), Joli (4,2p), Cutura (3), Nikcevic (5), Romero (1) - Siete inicial- También jugaron: Lamariano(p.s.),Asier Antonio (1), Ávila (-), Alexis Rodríguez (4), Víctor Alonso (4), Eilert (4) y Tokic (1).
24.-Helvetia Anaitasuna(6+18): Capón (p.), Cristian Martínez (5), Mikel Redondo (-), Borragán (-), Chocarro (2,1p), García Moriñigo (4,1p), Casas (2) - Siete inicial- También jugaron: Artuch (p.s.), Nadoveza (5), Slava (1), Latorre (-), Carvajal (2), Reig (2,1p) y Goñi (1p).
Parcial cada cinco minutos: 3-1, 6-2, 9-4, 10-4, 14-5 y 17-6 -Descanso- 21-10, 22-12, 24-14, 29-16, 30-19 y 33-24- Final-.
Árbitros: Rafael García Mosquera (Federación gallega) y Enrique Ríos Martín (Federación madrileña). Excluyeron dos minutos a Eilert (min.32), Tokic (min.44 y 57) del Cuatro Rayas, y a Casas (min.50), del Anaitasuna.
Incidencias:Encuentro correspondiente a la vigésimo sexta jornada de Liga Asobal, disputado en el polideportivo Huerta del Rey ante unos 1.700 espectadores.