Los jugadores, antes del inicio del choque. FOTO @BM_Valladolid
Los jugadores, antes del inicio del choque. FOTO @BM_Valladolid
Los jugadores, antes del inicio del choque. FOTO @BM_Valladolid
 |  Liga Asobal

32-25: El Huesca enseña el Stop

1 de Marzo de 2013
Escrito por
Guillermo Sanz

El Cuatro Rayas se encontró en Huesca una señal de stop
cuando empezaba a coger velocidad. Tras meter la primera en Cuenca y pasar a
segunda en su paso por Valladolid llegó hasta el alto Aragón con la mano puesta
en la palanca de cambios, dispuesto a subir hasta tercera, y entonces apareció
el temido octógono rojo. Un stop. La tentación de saltárselo eran grandes, pero
Saubich y Eloy González estaban preparados, vestidos con el traje de la benemérita
y dispuestos a multar al que se atreviera a acelerar en sus dominios.   

No anduvieron las orquestas muy afinadas en los primeros
compases de la velada. Las dos primeras tentativas de aragoneses y castellanos
acabaron topándose con el muro del fondo. Eilert emuló a Grau y las dos
primeras jugadas de ataque del partido no sirvieron para calentar las manos de
los guardametas. Una muestra del intercambio de imprecisiones con el que
comenzó el primer periodo.

Tuvo que llegar Saubich para comprobar que las luces del
marcador funcionaban. El catalán paso de cero a cien en cuestión de segundos y
abanderó el ataque del Huesca, anotando en unas ocasiones y dejando la madera
temblando en otras. Dos lanzamientos suyos al poste impidieron a los oscenses
coger reservas para un buen tramo del partido.

Como antídoto, Gonzalo Porras colocó la igualada y la
prematura exclusión de Raúl Bartolomé allanó el camino vallisoletano hasta su
primera ventaja del partido (1-2). A partir de ahí los dos bólidos fueron a
rebufo hasta que Espigol y Grau decidieron apretar el acelerador para dar al
Huesca su mayor renta hasta el momento (6-4).

Con Rodrigo Corrales dando la réplica a Héctor Tomás en la
meta aragonesa, recortar la diferencia se le puso cuesta arriba al Cuatro
Rayas, hasta que apareció la exclusión de Abrahan Rochel. Sin su faro, la nave
de Nolasco navegó a ciegas. La vista de lince de la que pueden presumir Gonzalo
Porras y Víctor Alonso sirvió para cazar en la bruma. De nuevo tablas (7-7) y
sobre la mesa una nueva oportunidad de asaltar el feudo oscense.

Fue entonces cuando emergió el kraken de Elche para hacer
una llave maestra al Cuatro Rayas. El mitológico calamar gigante tenía nombre y
apellidos: Eloy González Gil. El pivote se sacó de la manga cuatro tentáculos para
inmovilizar al conjunto amarillo. Los dos primeros devolvieron la renta de dos
goles al Huesca (10-8), provocando un tiempo muerto de Juan Carlos Pastor, que
no tuvo arpones suficientes para abatir a la criatura. Repitió doblete minutos
después para que su equipo llegara al descanso con la misma ventaja (12-10).

La segunda parte en el Pabellón Municipal de Huesca fue una
oda al gol. Hasta 35 veces se sacó el balón desde el centro de la cancha, sin
contar el saque inicial, momento en el que Porras puso la pelota en juego y
García Vega apretó un poco más el marcador, anotando el primer tanto tras la
reanudación. Ese momento fue casi el único en el que el Cuatro Rayas tocó la
igualada con los dedos.

Fue entonces cuando
comenzó el festival Saubich que sacó la ametralladora y pilló al conjunto
vallisoletano sin el chaleco antibalas puesto. El extremo fue sumando muescas a
su cuenta goleadora, esperando a que Eloy volviera a despertar. Ambos
formaron una maremoto difícil de frenar (18-13), y no fue porque Pastor no lo
intentara, pidiendo un tiempo muerto con 20 minutos aún por jugarse.

Eloy y Saubich levantaron, como si fuera de papel, una pesada
losa para ponérsela en los hombros del Cuatro Rayas que ya veía la esperanza de
puntuar en el alto Aragón desde lejos (20-14). El Huesca se miró en el espejo y
le gustó lo que veía. Con el ego por las nubes, el extremo y el pivote,
montaron una fiesta en la que se coló Álvaro Ruiz, aportando algún globo a la
guirnalda que ya habían colgado el ilicitano y el gerundense.  

Sólo Porras y Víctor Alonso parecían poder sacar algo en
claro en una noche cerrada como la oscense. El pivote sobresalió con ocho
tantos y sus movimientos desde la primera línea de ataque permitieron soñar a
los vallisoletanos. Un gol de Ávila a diez minutos del final dejaba una línea
abierta a la esperanza (25-21).

No era el día para la heroica. Dos bestias andaban sueltas y
continuaban haciendo destrozos en un marcador que se antojaba inaccesible para
el Cuatro Rayas. Después de un gol de Eilert desde los seis metros, la portería
de Corrales se emborronó para los vallisoletanos. Un solitario gol en nueve
minutos terminó de poner la puntilla al equipo de Juan Carlos Pastor, que veía
cómo el partido se sentenciaba solo (32-24). El gol de Ávila a un segundo de
cumplirse el tiempo reglamentario fue el notario que firmaba el final de la
mini racha de victorias que había comenzado a cosechar la escuadra amarilla las
jornadas anteriores y que espera recuperar el próximo fin de semana, en Huerta
del Rey, ante el Helvetia Anaitasuna.

 

FICHA TÉCNICA

32.- BM HUESCA (12+20): Rodrigo Corrales (p.), Javier Ancizu
(-), Saubich (10, 4p.), Rochel (3), Grau (1), Rasilla (1) y Espigol (2) -Siete
inicial- También jugaron: Julio Rodríguez (p.s.), Raúl Bartolomé (-), Eloy
González (11), Ibai Cano (-), Montero (1) y Álvaro Ruíz (3, 2p.).

25.- CUATRO RAYAS VALLADOLID (10+15): Hector Tomás (p.),
Peciña (-), Eilert (5), Fernando Hernández (-), Krivokapic (2), Ávila (2) y
César Pérez Merino (1) - Siete inicial- También jugaron: César Pérez (p.s.), Víctor
Megías (-), Gonzalo Porras (8), Víctor Alonso (6, 4p.) y García Vega (1).

Parciales cada cinco minutos: 1-0, 2-2, 5-4, 7-7, 9-8, 12-10
-Descanso- 14-12, 19-13, 22-17, 25-21, 29-24 y 32-25-Final-

Árbitros: Luque Cabrejas y Pascual Sánchez (Federación Catalana). Excluyeron a
Raúl Bartolomé (Min.5), Rochel (Min. 18), Grau (Min. 19 y Min. 37), por parte
del BM Huesca y a Ávila (Min.11) y a García Vega (Min. 36), del lado del Cuatro
Rayas Valladolid. 

Incidencias: Partido perteneciente a la vigésima jornada de la Liga Asobal, celebrado en el Pabellón Municipal de Huesca ante, aproximadamente, 1.000 espectadores.