31-24: Hernández y De la Rubia mantienen el barco a flote
Se esperaba a orillas del Pisuerga un partido plácido para las huestes del BM Atlético Valladolid ya que se medía al colista de la tabla, el BM Maristas Algemesí. Mucho más lejos de la realidad. Los pupilos de Nacho González no jugaron su mejor partido de la temporada y tuvieron que tirar de experiencia -sobre todo la de Fernando Hernández- para solventar un partido en el que sufrieron en exceso con las exclusiones.
Los nervios atenazaron al Atlético Valladolid durante los primeros compases, haciendo que los pupilos de Nacho González no estuvieran acertados ni en defensa ni en ataque. El 6-0 defensivo no funcionaba y la mira estaba desviada, menos mal para los intereses locales que César estaba excelso bajo palos y mantenía la igualdad en el marcador. La maquinaria pucelana empezó a engrasarse y las piezas comenzaron a funcionar correctamente.
El juego del Atlético Valladolid fue más fluido y los locales encontraron la conexión con el pivote y los extremos para tomar una renta de dos tantos. Pero los locales no estaban finos y eso se notaba en muchas de las acciones donde las imprecisiones eran la nota predominante. A falta de diez minutos para el descanso, la renta local se mantenía en dos tantos pero las sensaciones no eran del todo buenas. Como ya ocurriera en anteriores partidos, tuvo que ser el capitán, Fernando Hernández, quien tirara del carro morado para mantener a flote una nave que tenía varias fugas. Unas fugas que no provocarían el hundimiento, eso sí, si Nacho González era -capaz de repararlas a tiempo. En el bando visitante, era Pau Sales quien bombardeaba el arco morado y quien mantenía la batalla viva (14-12).
En los últimos compases de la primera parte, el protagonismo fue para el meta César Pérez quien, con tres paradas consecutivas, hizo posible que los suyos se fueran al túnel de vestuarios en ventaja (15-12). Los segundos treinta minutos arrancaron con una ventaja numérica a favor de los locales a la que no supieron sacar provecho, encajando dos tantos y sin poder anotar gracias a la gran actuación bajo palos de Salvador Salves -que por entonces llevaba nueve intervenciones positivas- (15-14). La balanza podía caer de cualquier lado, por lo que el más mínimo detalle podía resultar clave.
Los pucelanos intentaron dar otro estirón con un juego más directo y con el cambio bajo palos. Maristas sí que aprovechó la primera superioridad que tuvo en el segundo acto para acercarse en el marcador, mientras que el Atlético Valladolid mantenía la ventaja merced al lanzamiento exterior (18-15). Pasaban los minutos y la tensión se podía cortar con un cuchillo, cada acción parecía la última, cada lanzamiento podía significar el partido, cada parada podía dar alas para buscar la remontada o escaparse definitivamente en el marcador. Los locales no encontraban la manera de despegarse y encontrar esa tranquilidad vital para afrontar el último tramo del choque.
Una vez más, tuvo que ser Fernando Hernández quien pidiera los balones importantes, bien para jugarlos él mismo bien para encontrar el hueco en la férrea zaga valenciana. Mediada la segunda mitad, los locales lograban la máxima del encuentro (21-17) pero en el pabellón no se respiraba tranquilidad pese a que quien estaba enfrente era el colista. En el tramo final, la profundidad de banquillo, un punto de intensidad defensiva más que sus rivales y las actuaciones de De la Rubia y Fernando Hernández, hicieron que los pucelanos respiraran por fin (27-20).
Al final, con el partido decidido, Nacho González dio entrada a los menos habituales para que disfrutaran de minutos y para que el público también disfrutara en un choque en el que todos habían sufrido más de la cuenta.
Ficha Técnica
BM. Atlético Valladolid: César, Turrado (1), Fernando Hernández (10, 2p), Ávila (1), Roberto (2), Viscovich (3) y Rasero (3) (siete inicial) También jugaron De la Rubia (5), Rossi (3, 2p), Daniel Pérez (2), Egea, Rey (p.s), Joel, Quintanilla, Barcenilla y Raúl (1)
BM. Maristas Algemesi: Salvador Sales, Botella (1), Tortajada (1), Joaquín Martínez (6), Quiles (3), Pau Sales (8) y Lorasque (5) (siete inicial) También jugaron Salvador Pastor, Tormo, Pablo Navarro y Torres
Parciales cada 5 minutos: 2-2, 3-3, 7-4, 10-8, 13-10, 15-12 (descanso) 16-14, 18-16, 21-17, 25-20, 31-24 (final)
Los árbitros Molina Baena (colegio andaluz) excluyeron a los locales Ávila (2), Turrado, Rasero, Egea, Grossi y a los visitantes Martínez, Quiles, Pastor, Navarro