29-30: Tocará otra gesta en Alemania
El Valladolid no se vio tocado por el cambio horario -cosas de la tele-, y de inicio sorprendió a un conjunto alemán demasiado impreciso. Cinco minutos de tanteo, con un parcial paupérrimo de 1-0, y los locales que cobraron la primera ventaja en el marcador (5-2). Eso obligó al técnico del Rein Neckar a pedir tiempo muerto y las estrellas del cuadro germano comenzaron a despertar. Sobre todo el cañonero polaco Bielecki, que él solito le dio la vuelta al marcador, y obligó a su vez a Pastor a pedir su tiempo muerto (8-9, min. 17).
En cuanto a la dureza alemana, ¿para qué hablar? Todos los saben, empezando por unos árbitros que a ellos les permiten lo que no consienten a ningún otro conjunto europeo. Ver a Bilbija salir por los aires como un trapo viejo, sin que los colegiados sancionen nada, cuesta creer pero a día de hoy es lo que hay en Liga de Campeones. No que no es tan admisible
Con este panorama se entró en el tramo final de la primera parte con igualdad en el tanteo (11-11, min. 23), pero sin qyue hubieran entrado en escena hombres como Roggisch, Stefansson o Fritz, éste último como inesperado portero suplente pero que ya detuvo dos penaltis a Tvedten o Rentero.
La segunda parte comenzó con Bielecki excluido dos minutos, en una acción infantil en los últimos instantes del primer periodo, y con la tercera sanción de dos minutos para Manojlovic, lo que dejaba al Rein Neckar sin su defensor en el puesto de Gurbindo. Pero uno de los problemas de los vallisoletanos es que no supieron aprovechar todos los minutos en superioridad que tuvieron en este partido. Tampoco los penaltis, con un Fritz que a pesar de los años volvió a demostrar que es uno de los grandes de Europa.
El encuentro entró en minutos de intercambio de goles, con los alemanes siempre por delante en el tanteo, pero faltaban los minutos "locos" que siempre tiene el Valladolid en este tipo de partidos. Y aunque no estaba un sancionado Oscar Perales, detonante en este tipo de casos, esa catarsis llegó de la mano de Raúl Entrerríos y permitió a los vallisoletanos empatar el encuentro a 23 a doce minutos para el final.
Un tramo decisivo donde volvieron a aparecer los árbitros con su criterio "particular". Eso le dio aire a un Rein Neckar que recuperó ventajas en el marcador y puso la eliminatoria cuesta arriba para los vallisoletanos. Al final, 29-30 y los de Pastor que volverán a apelar a la épica para estar en la ronda de cuartos de final de la Champions.
FICHA TÉCNICA:
29.-PEVAFERSA VALLADOLID: Svensson, Edu Fernández (4), Asier Antonio (-), Juan Rentero (2), Tvedten (6), Víctor Hugo, Milosavljevic (4), Gurbindo (2), Avila (-), Raúl Entrerríos (6) y Bilbija (5).
30.-REIN NECKAR: Szmal, Fritz, Gensheimer (2), Roggisch (-), Tkaczyk (-), Bielecki (9), Manojlovic, Guojonsson (-), Stefansson (5), Muller (2), Dlimovets (-), Myrhol (6) y Groetzki.
PARCIALES: 1-0, 4-2, 8-7, 9-10, 11-11, 14-14, 17-17, 18-21, 21-22, 24-24, 26-28, 29-30.
ARBITROS: Herczeg y Sudi (Hungría). Excluyeron dos minutos a Edu Fernández, Asier Antonio y Gurbindo (dos veces), por el Valladolid, y a Roggisch (dos veces), Bielecki, Stefansson, Myrhol y Manojlovic (tres veces), este último expulsado con tarjeta roja.
INCIDENCIAS: Pabellón Pisuerga, unos 5.000 espectadores. Ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.