29-26: Derrotados con honor

El Cuatro Rayas murió con las botas puestas en Aragón. El equipo vallisoletano no dio su brazo a torcer ante la calidad del Huesca y con el mono de mecánico puesto se remangó para apretar las tuercas a un equipo de la parte noble de la Asobal. 

Los hombres de Nacho González salieron enchufados al Palacio de los Deportes de Huesca. La defensa movía sus fichas de manera coreografiada para tapar los ataques oscenses y la ofensiva amarilla veía la luz en cada ataque. Con el viento soplando de cara, el Cuatro Rayas congeló a un de por sí frio Huesca (1-4).  

En ese momento, Pablo Hernández dio un paso adelante para pedir un papel protagonista. El guardameta fue un muro en el que se chocaron Ávila y Corzo, por partida doble. Esas intervenciones dieron aire al Huesca, que no desperdició la ocasión para coger el bastón de mando en el marcador (5-4). 

La reacción aragonesa fue un ave de paso en una primera mitad con sabor vallisoletano. Con empate en el marcador, César Pérez puso alto el listón sacando a Cuartero y Ancizu una doble ocasión que desbloqueó al Cuatro Rayas, con el modo tsunami activado. Corzo y Paco López latigueaban la meta oscense y engordaron la ventaja pucelana hasta los cinco goles (9-14). La renta vallisoletana se pudo mantener hasta el descanso, pero Cuartero y Molina metieron la tijera a una renta que no pudieron mantener ni Fernando Hernández, que se topó con el poste, ni Paco López, que mandó fuera el último lanzamiento del primer acto (11-14). 

En el descanso, el Huesca decidió encender sus motores. Corrales frenó las ansias goleadoras pucelanas y, desde la portería, tejió la remontada aragonés, encontrando en Cuartero y Rochel sus mejores estiletes. Golpe a golpe, el equipo de Nolasco endosó un parcial de 9-2 a su rival. El 20-16 en el marcador no amilanó a un Cuatro Rayas que bailaba al ritmo del son cubano. Corzo. Los hombres de Nacho González volvieron a lanzar su aliento al cogote oscense (21-20), pero las fuerzas ya no eran las mismas. 

Cuando notó el calor en la nuca, el Huesca volvió a apretar el acelerador de una nave dirigida por Cuartero. Con una renta cómoda en el bolsillo (25-22), la misión se complicaba para un valiente Cuatro Rayas, al que ya no le quedaba gasolina en la reserva para aprovechar las exclusiones en los minutos finales de David Cuartero y Eloy. El reloj se paró con el 29-26 luciendo, firmando una derrota de esas que no deja puntos en el bolsillo, pero sí más de una lectura positiva.  

29.- BM HUESCA (11+8): Pablo Hernández (p.), Eloy (), Novelle (5), Molina (3), Cuartero (9, 6p.), Escribano (3) y Mira (-) -Siete inicial- También jugaron: Corrales (p.s.), Ancizu (-), Espigol (1) y Rochel (6).

26.- CUATRO RAYAS VALLADOLID (14+12): César Pérez (p.), Porras (-), Fernando Hernández (5, 3p), Isma Juárez (2, 1p), Corzo (8), Ávila (1) y Roberto Pérez (2) -Siete inicial- También jugaron: Cabada (p.s.), Nico López (-), Peciña (1), Cacheda (5), Paco López (2), Megías (-) y Bozovic (-). 

Parciales cada cinco minutos : 1-3, 4-4, 5-5, 7-8, 7-12, 11-14 -Descanso- 14-15, 17-16, 20-17, 23-21, 27-23 y 29-26 -Final- 

Árbitros: Fernández Pérez y García Rodríguez (Federación andaluza). Excluyeron dos minutos a Ancizu, Cuartero y Eloy (2), por parte del Huesca, y a Peciña, Ávila, Roberto Pérez y Paco López (2), por parte del Cuatro Rayas. 

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo quinta jornada de la Liga Asobal, celebrado en el Palacio de los Deportes de Huesca ante, aproximadamente, 1.000 aficionados. En los prolegómenos del partido se guardó un minuto de silencio en memoria del padre del presidente del club oscense, Francisco Giné.