27-24: Un cuento sin historia
Un cuento sin historia, sin trama, sin guión y sin hilo argumental. Así fue el duelo que enfrentó al Cuatro Rayas y al Quabit Guadalajara en un Huerta del Rey que era un archipiélago de gente. Varias islas en un mar de butacas vacías. El calor invitaba a las terrazas y al aire acondicionado y el espectáculo presenciado en el feudo vallisoletano no daba evidencias de que se hubieran equivocado.
El equipo de Pastor cumplió como siempre. Amarró la cuarta plaza y salió de la penúltima cita del curso ante su afición con un bote lleno de la miel del triunfo bajo el brazo. Eso sí, lo hizo sin brillantez, en parte, porque el juego de los alcarreños tampoco ponía purpurina al espectáculo, y eso que los primeros quince minutos aprovecharon el letargo de los vallisoletanos para tantear el mentón amarillo. La sauna que era Huerta del Rey derritió la sólida defensa vallisoletana. Un cambio de estado físico en forma de lentitud y 7-8 para los hombres de Bolea en el luminoso.
Fue entonces cuando salió la frescura de Gurbindo a la palestra. El navarro fue un tinto de verano que calmo la sequedad de la garganta. El lateral fue el revulsivo que comandó la remontada. Con autoridad, como los pronósticos anuncian. Poco a poco se bloquearon las armas manchegas y el Cuatro Rayas volvió a dominar el partido. Con Romero impreciso y con Asier haciendo las funciones de pivote goleador, los locales se fueron al tiempo de descanso cinco por arriba en el marcador (15-10). Un parcial que hacía prever una segunda mitad con menos electricidad.
Se levantó el telón del segundo periodo y el Quabit se sacudió levemente su constante juego rozando el pasivo, y sacaron las orejas de la madriguera cuando la ventaja de seis goles (18-11) decantaba la balanza del lado de los vallisoletanos. De la Salud, una trufa entre las piedras, pidió un rol protagonista, se puso el pico y la pala en el hombro y comenzó a trabajar la remontada del Guadalajara, escoltado por Castella y el incombustible Mateo Garralda. El excampeón del mundo es el Dorian Gray del balonmano, por él no pasa el tiempo, y, a sus 43 años, dirigió el ataque manchego con el ímpetu de un junior.
Poco a poco, gracias a la aportación de los tres pilares del Quabit, el cerco se fue cerrando y lo que parecía que iba a ser una victoria plácida del Cuatro Rayas dio un golpe de timón para poner alguna especia en un partido bajo en sal. El encuentro entró en sus últimos diez minutos con una ventaja de dos goles para los locales (22-20). Una renta que no espantaba a los fantasmas del agobio. Fue entonces, y sólo entonces, cuando apareció Yeray Lamariano. El eibarrés, inédito hasta el momento, sacó de manera consecutiva tres contraataques que cortaron las alas a los alcarreños, que finalmente terminaron perdiendo de tres (27-24).
El Cuatro Rayas ya tiene en su poder la cuarta plaza, última meta que podía alcanzar en la carrera de obstáculos que ha sido la temporada y el Quabit, por su parte, suma una nueva derrota que no le impedirá volver a Huerta del Rey la próxima temporada como equipo de la Asobal. Unos hechos que quitaron tensión al argumento de un cuento que no será un best seller, pero que terminó con final feliz.
FICHA TÉCNICA:
27.-Cuatro Rayas Valladolid (15+12) Sierra (p.), Víctor Alonso (-), Eilert (3), Krivokapic (4), Romero (1), Cutura (5) y Nikcevic (3). -Siete inicial- También jugaron: Lamariano (p.s.), Asier (2), Alexis (1), Joli (4, 1p.), Gurbindo (4), Ávila (-).
24.- Quabit Guadalajara (10+14): Oliva (p.), Parra (6, 1p.), Castella (-), Fontenla (1), Epeldegui (2), Blazevic (2) y Garralda (6). -Siete inicial- También jugaron: Jorge Gómez (p.s.), Reig (2), De la Rubia (-), De la Salud (4), Basmalis (1) y Rudovic (-).
Parciales cada cinco minutos: 2-2; 4-5; 7-8; 10-8; 13-9; 15-10 -Descanso- 17-11; 18-14; 21-16; 22-20; 25-23 y 27-24.
Árbitros: Gude Prego y Gude Prego. Excluyeron a Ávila (en dos ocasiones), Cutura, Krivokapic y a Asier Antonio (por partida doble), por parte de los locales y a Epeldegui, Rudovic y a Blazevic (en tres ocasiones), por parte del Quabit.
Incidencias: Partido perteneciente a la vigésimoctava jornada de la Liga Asobal, celebrado en el Polideportivo Huerta del Rey ante aproximadamente 800 espectadores. En los prolegómenos se guardó un minuto de silencio en memoria de Don José Miguel Ladrón de San Ceferino, colaborador del Club Balonmano Valladolid.