Pablo Cacheda volvió a jugar. REPORTAJE GRÁFICO: Mariano González y Andrés Domingo
| Liga Asobal
27-21: Pablo, ¡Qué bueno que volviste!
29 de Marzo de 2014
El Cuatro Rayas necesitaba un arquitecto que diseñara los planos de la permanencia y Pablo Cacheda acudió a la entrevista de trabajo, convirtiendo una prueba tras siete largos meses alejado de su amor, el balón, en un espectáculo de magia que acabó con el Puerto Sagunto partido a la mitad.
La noche no empezó pintando en oro para los vallisoletanos. El juego impreciso de los hombres de Nacho González era una barra libre de regalos para los levantinos, que ante el colapso en la circulación de balón pucelana montó a Grau en Vespino para adelantar por la derecha (1-5), para incomodo del técnico del Cuatro Rayas que recurrió al tiempo muerto.
El cuadro amarillo caminaba por un desierto de juego en el que Lamariano era el único oasis en el que pararse a tomar agua. Entre col y col aparecía alguna lechuga que encontraban Corzo y Roberto Pérez desde el exterior (6-8). Un espejismo que el Puerto Sagunto se encargó de esfumar a golpe de estilete (7-11).
Sonó entonces el despertador. Había llegado la hora de Cacheda. El gallego salió en el minuto 19 y la nave pucelana encontró un faro. El balón se apaciguó en sus manos y el dominio se transformó en dos goles que pusieron de uñas a Patxi Martí. Con conductor, el coche pucelano arrancó y pese a llegar al descanso por debajo en el marcador (11-13), las sensaciones habían mejorado.
Tras el paso por el vestuario, dos zambombazos de Dimitrevski despertaron al Cuatro Rayas, que reaccionó rápido para volver a meterse en el partido (14-15). Nico, Ávila y Peciña se convirtieron en los mejores escuderos de un Lamariano inmenso bajo palos. El equipo trabajaba como las hormigas; cada una hacía su trabajo en una cadena que, hasta en inferioridad por la exclusión de Fernando Hernández, logró colgar las tablas en el luminoso de Huerta del Rey.
El Puerto Sagunto se volcaba en Grau mientras Nacho devolvía el talento al parqué con Cacheda. De las manos del gallego salió la primera ventaja del Cuatro Rayas (19-18), a la que se aferró. El
conjunto vallisoletano tenía en su silo un gramo de polvo mágico de Cacheda por cada tonelada de tentáculos que le sobraban a un pulpo reencarnado en portero, de nombre Lamariano. El eibarrés desquició al equipo levantino con más de una veintena de paradas, algunas de ellas de dibujos animados, acabando con un 55% de paradas.
La sentencia se firmó del mismo puño y letra de ambos jugadores. Con una solvencia pasmosa, el partido se cerró por la vía rápida con un 25-20 que se engrosó hasta el 27-21 cerrando el duelo con dos importantes puntos más en el zurrón del Cuatro Rayas.
FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO:
27.- CUATRO RAYAS VALLADOLID (11+16): Lamariano (p.), Peciña (1), Lacasa (1), Fernando Hernández (5, 1p), Megías (-), Ávila (-) y Roberto Pérez (6) -Siete inicial- También jugaron: César Pérez (p.s.), Porras (-), Nico López (-), Isma Juárez (1), Cacheda (6), Paco López (3), Corzo (3) y Bozovic (-).
21.- FERTIBERIA PUERTO SAGUNTO (13+8): Bruixola (p.), Moríñigo (2, 1p), Apelgren (4, 2p), Grau (6), Plaza (4), Toni (2) y Dukic (-) -Siete inicial- También jugaron: Casanova (1), Lluna (-), Berrios (-), Nebot (-), Ángel Fernández (-) y Dimitrievski (2).
Parciales cada cinco minutos: 1-2, 4-7, 6-8, 7-11, 9-12, 11-13 -Descanso- 12-15, 15-16, 17-17, 19-19, 23 -20 y 27-21 -Final-
Árbitros: Álvarez Mata y Bustamante López (Federación Vasca y Navarra). Excluyeron dos minutos a Fernando Hernández (Min. 14 y 37) y Ávila (Min. 41 y 51), por parte del Cuatro Rayas Valladolid y a Ángel Fernández (Min.26 y 51) y Grau (Min.44), por parte del Fertiberia.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimocuarta jornada de la Liga Asobal, celebrado en el pabellón Huerta del Rey de Valladolid ante, aproximadamente, 2.500 espectadores. En los prolegómenos del partido se guardó un minuto de silencio en memoria del expresidente del gobierno, el recientemente fallecido Adolfo Suárez.