Paco López asiste a Peciña, rodeado de defensores navarros. FOTOS: Mariano González
Paco López asiste a Peciña, rodeado de defensores navarros. FOTOS: Mariano González
Paco López asiste a Peciña, rodeado de defensores navarros. FOTOS: Mariano González
Peciña busca la portería defendida por Capón.
Porras luchó hasta por el último balón del partido.
Corzo prueba suerte entre una maraña de brazos navarros.
 |  Liga Asobal

26-26: Un punto de confianza

28 de Septiembre de 2013
Escrito por
Guillermo Sanz
El partido arrancó como lo hace la operación salida el 1 de agosto, con el tráfico denso y pocos acelerones. El equipo de Aitor Etxaburu comenzó poniendo seis semáforos en rojo delante de la portería de Alejandro Sánchez Capón. La defensa 6-0 planteada por el Anaitasuna atascó al ataque del Cuatro Rayas, que se agarró durante los primeros minutos a una tabla de nombre Lamariano y se amparó en una cuerda llamada Corzo, para no meter los pies en la trampa de arenas movedizas que tenía preparado el conjunto visitante (3-4).


Cuando al eibarrés y al cubano se les fundieron los plomos, el Anaitasuna comenzó a sentar cátedra sobre una pista que parecía haber cambiado la madera del firme por alquitrán recién vertido. Tiró el Anaitasuna de fondo de armario para enseñar a Huerta del Rey su catálogo de goles. El conjunto pamplonica dejó una estela de espectáculo, siguiendo un libreto escrito por Rubén Montávez y Nadoveza. 


La movilidad de Reig en el puesto de pivote terminó por descoser la defensa del Cuatro Rayas, que por momentos parecía con hambre de superglú. El Anaitasuna hacía fácil lo difícil y se escapaba en el luminoso (9-14), con un gol de Goñi que hizo contacto en el chip amarillo. 


Llegó el momento del atasco en el Anaitasuna. Los navarros comenzaron a dar forma a una cadena de errores, ensambladas por un gran César Pérez. Se volvieron a abrir las aguas para el Cuatro Rayas, que arañó hasta cinco veces el marcador para convertir el 9-14 en un empate con el que parecía que se llegaría al tiempo de descuento. Nadie contaba con Nadoveza. El croata se sacó de la chistera un gol de golpe franco cuando el cronómetro ya había cantado el final del primer periodo. Como buen mago, fue capaz de  retar a la física y teletransportar el balón desde su mano hasta la escuadra de la portería de César, dejando inconclusa la remontada del equipo amarillo (14-15).     

 

A la vuelta de los vestuarios, Guillermo Corzo llamó a la puerta del partido para pedir entrar al Cuatro Rayas. Sus manos se encargaron de repartir la parte pucelana en el intercambio de golpes con el que arrancó el segundo tiempo (17-17). Los vallisoletanos habían vuelto al partido para quedarse.


No supo el equipo de Nacho González aprovechar las dos superioridades seguidas de las que dispuso para poner la espada sobre la cabeza del Anaitasuna, que volvió a recuperar la renta perdida. El río siguió su curso hasta que la exclusión de Borragán puso sobre el lado navarro de la pista al portero jugador. En una de las transiciones, Ávila marcó casi desde el centro del campo para poner el empate y Fernando Hernández aprovechó, a renglón seguido, su oportunidad para dar la primera ventaja del partido al Cuatro Rayas Valladolid (20-19). 

 

El partido entró en una fase en la que el Yin y el Yang saltaban a la pista a turnos. El bien tiene al mal, la fotografía al negativo, el sol a la sombra, Nadoveza encontró a un Megías con el punto de mira afinado, y Santana a Lamariano. Sentándose sobre el equilibrio, el partido llegó a sus dos últimos minutos con 25-25 en el luminoso y con el ambiente en ebullición gracias a dos cocineros vestidos de árbitros.


 Reig puso un grano de arena más en el plato navarro de Anaitasuna; Paco López volvió a la senda salomónica devolviendo los nervios y el empate a Huerta del Rey. Un resultado que no se movió pese a que el Cuatro Rayas contó con una pelota de partido.  El último hilo no pasó por el ojal y los puntos se reparten entre el Helvetia Anaitasuna y un Cuatro Rayas Valladolid que se hace un hombre de su casa.


FICHA TÉCNICA

26.- CUATRO RAYAS VALLADOLID (14+12): Lamariano (p.), Porras (1), Lacasa (-), Fernando Hernández (2, 1p.), Corzo (6), Camino (1) y Ávila (2) -Siete inicial- También jugaron: César Pérez (p.s.), Peciña (1), Isma Juárez (2, 1p.), Paco López (4), Bozovic (2) y Megías (4).


26.- HELVETIA ANAITASUNA (15+11): Capón (p.), Bernatonis (3), Buldain (-), A. Garza (-), Etxebe (1), Borragán (-) y Chocarro (1) -Siete inicial- También jugaron: Santana (p.s.), Meoki (2), Montavez (3, 1p.), Reig (4), Iker Antonio (3), Goñi (-) y Álvaro Gastón (-). 


Parciales cada cinco minutos: 2-3, 3-4, 5-6, 7-10, 9-14, 14-15 -Descanso- 16-17, 17-18, 20-19, 21-22, 24-24 y 26-26 -Final- 
   

Árbitros: Hermoso del Amo y Monjo Ortega (Federación Madrileña). Excluyeron dos minutos a Ávila (Min.8), Peciña (Min. 16 y 28), Fernando Hernández (Min. 40), Porras (Min.48) por parte del Cuatro Rayas y a Bernatonis (Min.3), Buldain (MIn.12 y 52), Etxeberría (Min. 37), Garza (Min.39), Borragán (Min. 43), Chocarro (Min. 54), Nadoveza (Min. 59) por parte del Helvetia Anaitasuna. 


Incidencias: Partido perteneciente a la tercera jornada de la Liga Asobal, celebrado en el Polideportivo Huerta del Rey ante, aproximadamente, 1.600 espectadores.