26-24: El efecto Garibay

Por un lado un todoterreno, el Seficosa Camargo, lento pero seguro; por otro un deportivo, el Aula Cultural, impresionante cuando acelera. Dos estilos diferentes para viajar por la División de Honor Plata y balonmano para todos los gustos. La carrera estaba preparada en el circuito del Miriam Blasco. El equipo más goleador y el menos goleado de la competición liguera medían fuerzas en el feudo vallisoletano, con el objetivo del Aula de terminar la etapa con un pie y medio en el playoff de ascenso. Al volante del bólido pucelano se puso Amaia que experimentó entre pipetas para dejar como tesis que el efecto Garibay puede dar como resultado dos puntos de oro. 

La defensa cántabra se perdió de camino del Real Valle de Camargo y llegó tarde al partido. Cuando el equipo de Juan José González quiso darse cuenta de que el encuentro ya había comenzado, el endiablado ataque vallisoletano había colocado un 3-0 en lo alto del marcador. Un momento de placidez que permitió contrarrestar el primer oleaje verde. 

El entrenador del Seficosa se vio obligado a pedir un tiempo muerto a los seis minutos de empezar para que sus chicas echaran raíces en la periferia de la portería de Patricia Amieva y bloquearan la circulación de balón del Aula. Basándose en la solidez desde la retaguardia, Verónica Berastain se encargó de devolver la moneda al conjunto de Miguel Ángel Peñas y de colocar de nuevo la igualdad en el luminoso (3-3).

La exclusión de Marta Coz allanó el camino a las vallisoletanas, que lograron volver a ponerse en franquicia (5-3), con Cristina Cifuentes dando lecciones de corte y confección. Corte en el ataque rival y confección de las jugadas ofensivas del Aula. Imposible pasar por alto el derroche de revoluciones del que hace gala la lateral, imprescindible en cualquier equipo que se precie. 

Con Ana San José atada de pies y manos, el Camargo no encontró luz por el centro y compró un rasca y gana para sus laterales. El boleto tenía premio y Elia Fernández descubrió el punto en el que tenía que apretar las tuercas del Aula. Fue un espejismo. El partido y el balón estaba en manos de las vallisoletanas, con su estilo frenético y travieso que convirtió los ataque del Aula en una carrera de autos locos, con las cántabras siguiendo con la vista la trayectoria del esférico. 

El Camargo encontró oxígeno desde la línea de siete metros. La efectividad de Verónica desde el punto fatídico volvió a acercar posturas entre ambos conjuntos (11-10). Raquel Engelmo levantó el dedo para certificar su presencia en la pista con un espectacular golazo de vaselina. Este tanto coincidió con los minutos más imprecisos del Aula Cultural. Verónica Berastain se empeñaba en alargar el partido, mientras el equipo vallisoletano fallaba sus pases en los metros finales. 

Miguel Ángel Peñas recurrió a un tiempo muerto para preparar la embestida final de la primera parte. No pudo el Aula despegarse de su rival pese a que la combinación de su ataque dejó para el recuerdo del graderío algún gol como el último que firmaría el equipo local en la primera mitad. Celia pudo ampliar la renta pero el sonido del balón contra el travesaño fue el gong que marcó el final del primer round (14-13), en el que Amaia González de Garibay fue el púgil que demostró tener mejor gancho sobre la lona. 

En el segundo periodo apareció un contrincante a la altura de la extremo del Aula: Ana San José. La jugadora del Camargo anotó el primer gol tras la reanudación; un pequeño aperitivo de lo que tenía preparado en la tartera. 

Con el empate luciendo en el marcador del Miriam Blasco, el Aula Cultural se puso las pilas con Garibay como abanderada del parcial de 4-0 que servía para volver a tener la batuta del encuentro en sus manos. Presionaron para provocar pérdidas y el único antídoto que poseía el banquillo cántabro fue mandar a Ainhoa Aguirre a soplar al candil vallisoletano, acosando a Teresa durante unos minutos. Cuando la diferencia llegó a su punto máximo (20-15), Juan José González pidió un tiempo muerto para dar un golpe de timón al partido. 

La propuesta del técnico cántabro surgió efecto. Patricia Amieva presumía de reflejos mientras Ana San José hacía buenas sus paradas. Al Aula Cultural le faltó centímetros para dar el alto a la jugadora del Camargo que logró llegar a la decena de goles en jugadas fotocopiadas. Balón alto y gol a la media vuelta. Con la potencia en alza de una lateral haciendo las veces de pivote los nervios volvieron a aflorar en el graderío del Miriam Blasco (21-21). 

Con Ana San José buscando aire en el banquillo, la nave del Seficosa se quedó sin isla en la que descansar. Pudo aprovechar el Aula esos minutos para dejar el partido listo para sentencia, pero el muro cántabro era demasiado duro como para derribarlo por las bravas, dando paso al tiempo para las valientes. La primera Lulu, que brilló con luz propia en la portería con más de una quincena de paradas. Sólo Ana parecía encontrar el talón de Aquiles de la canaria. 

Golpe a golpe, el partido entró en la recta final con un 25-24 que prometía un desenlace de infarto, más cuando Ana Vergara dejó al equipo en inferioridad numérica al ser excluida a un minuto de bajarse el telón. El Aula supo jugar esa inferioridad en defensa para que en ataque volviera a deslumbrar Amaia Garibay con un gol que ponía la guinda a su sobresaliente actuación y dejaba el partido sentenciado a favor del equipo vallisoletano, que ya huele de cerca el playoff de ascenso.

 

Los puntos se quedaron en casa. Ese fue el desenlace de un partido con un final no apto para cardiacos. Sin embargo, el técnico del Aula Cultural fue consciente de que su equipo se llevó el gato al agua en un encuentro que pudo decantar la balanza a cualquiera de los dos lados: "El resultado es ese, pero podía haber sido cualquier otro. Son dos balonmanos diferentes; el nuestro más vistoso y rápido y el de ellas más tranquilo y duro defensivamente", analiza Miguel Ángel Peñas, que ya avisó de que el encuentro ante el Camargo "iba a ser un partido muy duro. No es un equipo que haga alardes de cosas bonitas, pero es rocoso y saben lo que se hacen". 

Como picapedrera de la roca cántabra estaba Ainoa Garibay. Miguel Ángel Peñas está acostumbrado al rendimiento de su pupila y no le "sorprende" su actuación ante el Camargo: "Es habitual para ella que sea capaz de meter por sí sola nueve goles. Además goles de desgaste cero. Por algo es internacional", declara el entrenador del Aula Cultural.      

26.- BM. AULA CULTURAL  VIVEROS HEROL (14+12): Lulu (p.), Celia (7, 2p.), Isabel (2), Cifuentes (3), Teresa (2), Garibay (9) y Vergara (1) -Siete inicial- También jugaron: Verdugo (-), Raquel Engelmo (2) y Cecilia Cossio (-). 

24.- SEFICOSA CAMARGO (13+11): Patricia Amieva (p.), Elia (2), Verónica Berastain (5, 2p.), Marta Coz (-), Ainhoa Aguirre (1), Ana San José (10, 3p.) y Ángela Robles (1) -Siete inicial- También jugaron: Violeta (p.s.), Andrea (-), Noelia (3) y Aida (2). 

Parciales cada cinco minutos: 3-0, 4-3, 7-5, 10-7, 12-10, 14-13 -Descanso- 17-14, 20-17, 21-19, 22-21, 23-22 y 26-24 -Final-

Árbitros: Aceituno Varas y Fernández Elola. Excluyeron dos minutos a Celia (Min.23), Vergara (Min. 37 y 59) y a Cifuentes (Min. 53) por parte del Aula Cultural y a marta Coz (Min.9), Noelia (Min.15 y 49), Ana San José (Min. 18), Ángela Robles (Min. 37), Elia (Min.43) y Verónica (Min.53) del lado de Camargo. 

Incidencias: Partido perteneciente a la decimoquinta jornada de la División de Honor Plata, celebrado en el Polideportivo Miriam Blasco ante, aproximadamente, 350 espectadores.