Corzo se intenta zafar del agarrón de un rival en un partido anterior. FOTO: Mariano González
Corzo se intenta zafar del agarrón de un rival en un partido anterior. FOTO: Mariano González
Corzo se intenta zafar del agarrón de un rival en un partido anterior. FOTO: Mariano González
 |  Liga Asobal

25-27: El Cuatro Rayas se aleja del fuego

26 de Abril de 2014
Escrito por
Guillermo Sanz
El Cuatro Rayas no se dejó emborrachar en la fiesta de despedida de Zupo. La balanza estaba entre un adiós feliz del navarro o robarle la cartera y volver a casa con los bolsillos llenos. Pura supervivencia. La curiosidad mató al gato y reavivó a un Cuatro Rayas que pinta Botticellis desde que Pablo Cacheda volvió a coger el pincel.


Los vallisoletanos se abstrajeron de la fiesta, ajenos a lo que pasaba fuera pusieron sus cinco sentidos sobre el parqué. El gol de Sorrentino inauguró el marcador. Una vez rotas estrenado el buffet, el Cuatro Rayas demostró su hambre con un parcial de 0-4, en el que el Cacheda dejó su firma y Lamariano dio una lección de paradas imposibles. Poco después Zupo paraba el partido para pedir explicaciones a los suyos. 


La charla del navarro reactivó a los jugadores conquenses.  Apretó el cinturón a su defensa y desaflojó la corbata de su ataque. Un parcial de 8-3 a favor de los castellanomanchegos dejaba un 9-7 en el marcador  que no sería el camino por el que siguió el partido. El Cuatro Rayas se quedó sin Peciña y Ávila sobre El Sargal y el Ciudad Encantada continuó su ritmo (12-9). 


Los vallisoletanos han aprendido a coger los canapés cuando pasa la bandeja. Saben aprovechar sus oportunidades. Sacaron provecho de dos balones perdidos y de la exclusión de Frade para llegar al descanso sólo un gol por debajo en el marcador (13-12). 


 La segunda mitad pintó en oros para los vallisoletanos y en bastos para los conquenses. Corzo decidió poner cayena a la despedida de Zupo. El cubano se colocó al equipo a las espaldas y tras varios tomas y varias dacas con Jorge Oliva, logró hacer que el partido empezara de cero (16-16). Fernando Hernández, de nuevo crucial, puso las riendas del marcador en manos del equipo pucelano, que ya no las soltó. 


El tiempo muerto que solicitó Zupo no tuvo el aire comprimido que espoleó a los suyos en la primera mitad. Lamariano, que volvía tras varias jornadas fuera, desquició a Renaud y Paco López enseñaba a cómo poner tierra de por medio con dos latigazos desde los nueve metros (20-23). 
El Cuenca seguía sin brújula y sólo Oliva parecía saber dónde estaba el norte, donde se encontraban los dos puntos. El Cuatro Rayas estaba dispuesto a entrar a matar a un toro desorientado y así lo hizo. Isma Juárez anotó el 23-27, dejando muy poco margen de maniobra a un Ciudad Encantada que sólo pudo maquillar el resultado con dos brochazos de Frade y Viscovich. 


El partido terminó con el Cuatro Rayas sacando brillo a dos puntos de oro que, acompañado de la derrota de Puerto Sagunto en Huesca, le permite coger el ascensor y salir del fuego que suponen los puestos de descenso. El equipo vallisoletano espera completar su escalada la próxima jornada ante Aranda, para dejar allanado su camino hacia la salvación. 


FICHA TÉCNICA: 

25.- CIUDAD ENCANTADA (13+12): Jorge Oliva (p), Ortíz (1), Sorrentino (2), Lipovina (4), Frade (3), Milosevic (1), Sifré (2) - Siete inicial- También jugaron: Mendoza (-), Viscovich (4), Renaud (5, 1p) y Nacho Moya (3).


27.- CUATRO RAYAS VALLADOLID (12+15): Lamariano (p), Nico (-), Peciña (-), Isma Juárez (3), Paco López (3), Corzo (5) y Ávila (2) -Siete inicial- También jugaron: Porras (1), Fernando Hernández (5, 1p), Megías (1), Cacheda (4) y Roberto (3). 


Parciales cada cinco minutos: 1-2, 2-4, 6-6, 9-9, 12-10, 13-12 -Descanso- 15-14, 16-17, 19-20, 21-24, 22-25 y 25-27- Final-.


Ábitros. García Mosquera y Ríos Martín. Excluyeron dos minutos a Frade, Mendoza y Lipovina, por el Globalcaja Cuenca, y a Peciña, Ávila (2) y Paco López, por el Cuatro Rayas. 


Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo séptima jornada de la Liga Asobal, celebrada en el Municipal El Sargal ante, aproximadamente, 1.300 espectadores. En los prolegómenos del encuentro, Zupo Equisoain recibió la primera insignia de oro que otorga el Ciudad Encantada.