25-25: Objetivo playoff conseguido

El Atlético Valladolid ha demostrado ser un alumno aplicado en su primera temporada en División de Honor Plata. Los hombres de Nacho González han hecho los deberes y han metido su nombre en el playoff de ascenso a Asobal después de cosechar un trabajado empate en el Fernando Argüelles de Antequera.  

Fuera del alcance de Alcobendas, Bidasoa y Nava, los vallisoletanos podrán afrontar las dos últimas jornadas de liga como un examen preparatorio para el playoff de ascenso, que apunta a Santander como destino. Para llegar a este punto, el Atlético tuvo que sufrir en Antequera, los malagueños se hicieron fuertes en su casa y tensaron la cuerda hasta que Fernando Hernández, una vez más dinamita en el cuadro pucelano, la rompiera en los últimos compares del encuentro. 

Los malagueños sometieron a su rival a un ritmo demasiado pausado, poniendo arenas movedizas a un Atlético que veía cómo el Antequera, con Alexis Rodríguez y Cabrera como cabezas de ataque, conseguía una pequeña escapada en el luminoso (7-4). Apareció entonces Fernando Hernández para quemar cartuchos y reducir la distancias a la mínima expresión antes del descanso (10-9). 

Tras el paso por los vestuarios el Atlético golpeó primero, pero Alexis y Fernando entraron en un cara a cara que no permitía que la igualdad se rompiera a favor de ninguno de los dos bandos. El Atlético aprendía a sobrevivir al carrusel de exclusiones con las que fue penalizado (en 8 ocasiones contó con un jugador menos sobre el parqué). En medio de la fiesta, el Antequera asomó la cabeza de nuevo para volver a situar a su favor una renta de tres goles (20-17) en el ecuador de la segunda mitad que obligaba a los vallisoletanos a remar contracorriente. 

Con brazos de palista, el Atlético volvió a meter el nervio en el partido hasta que éste llegó a su recta final (24-22). Fue en este momento en el que saltó de la chistera el genio de Fernando Hernández. El vallisoletano sacó brillo a sus galones y apretó el acelerador para no perder el primer tren hacia el playoff que pasaba por la estación. Así, a falta de un minuto anotó el 25-25, que a la postre sería definitivo, para poner el sello certificado a la clasificación pucelana a la fase de ascenso.