Joli celebra uno de los siete goles que anotó ante el Torrevieja. FOTOS Photogenic
Joli celebra uno de los siete goles que anotó ante el Torrevieja. FOTOS Photogenic
Joli celebra uno de los siete goles que anotó ante el Torrevieja. FOTOS Photogenic
Romero fue muy castigado por la defensa alicantina.
 Gurbindo se prepara para lanzar.
Eilert no tuvo suerte de cara a la portería.
 |  Liga Asobal

25-21: Victoria con dedicatoria

14 de Abril de 2012
Escrito por
Guillermo Sanz

Pastor quería tigres para enfrentarse al Torrevieja, y los tuvo. No de esos majestuosos felinos de bengala, salvajes e intimidantes, más bien del tipo domesticado. Preparados para el espectáculo circense, de los que la fiereza es parte del artificio. Mansos y con las garras limadas para no dañar la mano de nadie que se le acerque a acariciarles. Esa fue la imagen proyectada por los vallisoletanos, al menos en la primera mitad del partido. En el segundo periodo los inofensivos tigres amaestrados evolucionaron a gatos monteses, agudos e inteligentes para sobreponerse al medio natural diseñado por los árbitros del encuentro.

Óscar Perales estuvo presente en el encuentro. No de cuerpo, pero sí de recuerdo hacia un jugador que está pasando por el peor momento de su carrera. Sus compañeros quisieron mostrar su apoyo hacia el cántabro portando una pancarta que rezaba ¡Ánimo Óscar! que pasearon por toda la banda de un Huerta del Rey que mostró su humilde homenaje aplaudiendo en el minuto 23 del partido. Un bonito guiño al dorsal propiedad del cántabro. La primera parte del tributo estaba cumplida. Faltaba una segunda misión: dedicarle la victoria. Algo que se consiguió, muy a pesar del Torrevieja, que no tenía en mente participar de manera solidaria en el mensaje de apoyo a Perales.

Con este panorama el partido dio el pistoletazo de salida. El Cuatro Rayas, espeso tras el parón, se atascaba en las labores ofensivas, mientras que el Torrevieja jugaba al borde del pasivo, asegurándose el balón y encontrando los puntos flacos de Sierra, que fue una figura casi testimonial en el primer periodo. Los alicantinos jugaron a su ritmo, acompasado por el beneplácito del dúo arbitral, incapaz de reconocer un pasivo, aunque hubiera neones fosforitos delante de sus silbatos. La dupla formada por Ruiz González y Zapico Fernández mostró demasiada permisividad no sólo con las posesiones del Torrevieja, sino también con el férreo marcaje al que sometieron a Ángel Romero.

Con este panorama, los pupilos de Manuel Laguna aprovecharon la coyuntura para ponerse tres goles por encima en el marcador (8-11), una renta que no supieron mantener hasta el descanso. Los vallisoletanos igualaron la balanza y colocaron las tablas en el luminoso (12-12) cuando el partido marcó el final del primer periodo. Empate que se obró gracias a la última intervención de Sierra, que se quitó de encima un lanzamiento seco del equipo alicantino.

Esa intervención reactivó al guardameta, que a su vuelta bajo palos volvió a mostrar su mejor imagen dentro de su reino. Es en esa franja situada entre el arco y la línea de siete metros, donde se cocinan las victorias. Así comenzó a imponer su ley el Cuatro Rayas, que vio como en el primer minuto se quedaba con cinco jugadores sobre el parqué, por la doble exclusión de Asier y Ávila. Fue entonces cuando apretaron el acelerador a fondo para poner en los próximos seis minutos la ventaja máxima a su favor (18-14).

Con los nervios sacudidos y con el timón del marcador en su poder, sentenciar el partido estaba en sus manos, pero las garras de los tigres de Pastor no estaban todo lo afiladas que la ocasión requería. Los vallisoletanos tenían la sentencia en sus manos, pero la negativa frente a la portería de Krivokapic dio aliento al Torrevieja, que se mantenía en el partido gracias a los misiles que cercaban los tres palos defendidos por Pejanovic, que también tuvo su gran parte de mérito en las dificultades para engordar el marcador. Cero de siete para el lateral serbio, cegado de cara al gol. Los que no necesitaron perro lazarillo para encontrar el camino del acierto fueron Gurbindo y Víctor Alonso. Muy acertados para trabajar en la cantera de la victoria, que finalmente se consiguió (25-21) para regalársela a un único destinatario: Óscar Perales.  

FICHA TÉCNICA

25.- Cuatro Rayas Valladolid (12+13): Sierra (p.), Asier (-), Krivokapic (-), Ávila (-), Joli (7, 6p), Cutura (1) y Nikcevic (4) -Siete inicial- También jugaron- Víctor Alonso (5), Eilert (-), Romero (2), Gurbindo (4) y Alexis (1).

21.- BM. Torrevieja (12+9): Pejanovic (p.), Ortigosa (2), Rochel (3), Eloy (4), Novelle (3), Chernov (-) y Cuartero (3, 2p) -Siete inicial- También jugaron: Pérezgil (p.s.), Simón (1), Castro (1), Vidal (-), Salinas (3) y Rasic (1).

Parciales cada cinco minutos: 1-0; 3-2; 5-6; 6-8; 8-11; 12-12 -Descanso- 15-14; 19-15; 19-17; 21-18; 22-20 y 25-21.

Árbitros: Ruiz González y Zapico Fernández (Federación asturiana). Excluyeron dos minutos a Asier Antonio (min.31) y Ávila (min.31 y 49) del Cuatro Rayas, y a Vidal (min.28) y Novelle (min.33), del BM Torrevieja.

Incidencias: Partido perteneciente a la vigésimocuarta jornada de la Liga Asobal, celebrada en Huerta del Rey ante unos 2000 aficionados. En los instantes previos del partido los jugadores del Cuatro Rayas portaron una pancarta de ánimo a su compañero Óscar Perales.