Eduardo Gurbindo intenta lanzar ante la oposición manchega. FOTOS Nuñez (Asobal)
Eduardo Gurbindo intenta lanzar ante la oposición manchega. FOTOS Nuñez (Asobal)
Eduardo Gurbindo intenta lanzar ante la oposición manchega. FOTOS Nuñez (Asobal)
 |  Final Copa del Rey de Vigo 2011

22-31: Depósito vacío

11 de Abril de 2011

Pero en la retina de muchos aficionados o simples seguidores de balonmano quedarán los muchos minutos que el cuadro vallisoletano mandó en la final de Copa. Su salida en tromba, con un 4-0 de parcial gracias a los goles de Gurbindo, hicieron soñar con otra gesta similar a la de semifinales ante el Barcelona.


El problema es que a este partido llegaba el mismo equipo con la misma ilusión pero un encuentro más cansado y un día más tarde. Frente al cómodo camino de los manchegos hasta esta final, los vallisoletanos habían dejado buena parte su gasolina el sábado y cuatro horas más tarde que el rival.


Esa diferencia se pudo disimular durante toda la primera parte, gracias una vez más a las paradas de Sierra y al buen hacer defensivo de todo el equipo. Un empate a doce, con fallo de Edu en el último lanzamiento incluído, que hacía soñar a los cientos de seguidores vallisoletanos que ponían el color y el calor en las gradas de un desangelado As Travesas.


Pero en la segunda parte la historia fue distinta. El equipo vallisoletano intentó mantener su estilo pero el rival no. Los manchegops comenzaron a apretar en defensa y, por tanto, a recuperar balones que se convertían en contragolpes mortales. Así, en un abrir y cerrar de ojos se pasó de un 15-16 para el Ciudad Real a un 18-23 en el minuto 15.


Ni el tiempo muerto de Pastor, ni las rotaciones en un banquillo sin apenaefectivos, ni los intentos de cambios de sistema sirvieron para cambiar un partido que ya tenía un ganador. Sólo nos queda la duda de saber porqué Svensson no disputó ni un minuto, en un partido en el que jugó todo el mundo.


Y fueron unos últimos quince minutos que no hacían justicia a un Cuatro Rayas que por méritos propios se vuelve a Valladolid como flamante subcampeón de Copa. Un vendabal de juego manchego que sólo hizo mostrar un marcador que no reflejaba lo vivido en todo el partido. Un 22-31 que sirvió para salvar la temporada al Ciudad Real y para demostrar que el Valladolid todavía está entre los grandes.


FICHA TÉCNICA:


22.- CUATRO RAYAS VALLADOLID: Sierra, Víctor Alonso (-), Tvedten (2), Avila (-), Krivocapic (-), Asier Antonio (-), Edu Fernández (3), Gurbindo (8), Perales (2), Cutura (1), Bilbija (6), Alexis (-), Rambo (-).


31.- RENOVALIA CIUDAD REAL: Sterbik, Abalo (3), Davis (1), Lazarov (6), Shevelev (1), Jurkiewicz (1), Gurdiola (5), Morros (2), Entrerríos (2), Cañellas (2), Kallman (6), Aguinagalde (2), Dinart (-), Hombrados.


MARCADOR: 2-0, 4-2, 4-3, 7-5, 10-9, 12-12; 14-16, 16-20, 18-23, 19-27, 20-20, 22-31.


ARBITROS: Raluy López y Sabroso Ramírez. Excluyeron dos minutos a Víctor Alonso y Avila, por el Cuatro Rayas Valladolid, y a Guardiola (dos veces) y Kallman, por el Ciudad Real.


INCIDENCIAS: Final de la Copa del Rey. Pabellón As Travesas (Vigo), con nutrida representación de aficionados vallisoletanos.