21-29: El desayuno de los campeones
Las jornadas matinales y dominicales suelen traer una sensación de cansancio que cala los huesos. Para anular ese síntoma lo mejor es poner sobre el mantel el desayuno de los campeones. Hoy, en el Vallés Oriental sólo un equipo se metió entre pecho y espalda los nutrientes necesarios para afrontar el día con energía: El Cuatro Rayas Valladolid. Eso sí, el efecto energético tardó en aparecer en la figura amarilla, que se vuelve a Valladolid recuperando la tercera plaza.
El partido comenzó lento, sin mucho ritmo y sin ninguna concesión al espectáculo. El culpable del desprecio al gol fue el planteamiento defensivo dibujado por Cadenas y Pastor sobre el parqué del Palau D´Esports. El Cuatro Rayas encontraba más fisuras en el muro de destrucción planteado por los blanquiazules, que los catalanes en la defensa 5-1, con un hiperactivo Víctor Alonso como adelantado, levantada por el arquitecto Pastor. El partido llegó al minuto 20 del primer periodo y el luminoso marcaba un rácano 3-7 a favor de los amarillos. Un despropósito golístico en el que mucho tuvieron que ver los cancerberos de ambos equipos. Sierra y Pérez de Vargas comenzaron una lucha personal para ver quién paraba más. Una carrera de cuadrigas en la que siempre fue por detrás el toledano.
Un arreón de los vallesanos acercó distancias en el monólogo amarillo aprovechando la pájara de los vallisoletanos, que no tardaron en responder con un golpe de autoridad sobre la mesa. 7-11 en el luminoso cuando el crono marcó el final de una primera parte en la que la efectividad de los extremos del Cuatro Rayas fue casi nula, girando el juego alrededor de la labor de Eduardo Gurbindo, que fue el mejor de los hombres de Pastor. Soberano el partido del navarro, al nivel que se espera de él, que sumó nueve goles al casillero de su equipo.
La segunda mitad trajo un poco más de emoción. El desayuno antes mencionado ya estaba haciendo efecto en el organismo de dos equipos que se sacudieron la pereza por el bien de una grada semivacía. El ex del Balonmano Valladolid, Raúl Campos pidió el timón de su equipo, y sus compañeros se lo cedieron. Su participación levantó el espíritu de los granollerenses, que no encontraron alivio en la figura de un gris Malasinskas, incapaz de capitanear desde el centro los movimientos de su equipo.
Pese al interés de los catalanes por reengancharse al partido, su negativa de cara al gol durante la primera mitad firmó su sentencia de muerte. Era tarde para pensar en la remontada, y más cuando el Cuatro Rayas se encontraba más cómodo sobre la cancha a medida que pasaban los minutos. La identidad amarilla había impregnado el Palau D´Esports y sólo jugando a tumba abierta, los locales pudieron maquillar un resultado que hubiera sido escandaloso de haberlo querido así los vallisoletanos, que deben a un Sierra de otro planeta el haber ganado el primer partido de su particular cuesta de marzo con relativa comodidad. El onubense contabilizó casi una veintena de paradas (dos lanzamientos desde los siete metros incluidos), y comenzó a forjar desde la retaguardia la victoria de los hombres de Pastor, que volverán de Granollers con los dos puntos en la maleta, pensando en cómo derrotar el miércoles al Barcelona Intersport.
FICHA TÉCNICA:
21.- BM. Fraikin Granollers (7+14): Pérez de Vargas (p.), Raúl Campos (6, 2p.), Raigal (-), Nenadic (), Blanxart (-), Félez (3) y Malasinskas (3, 1p.) Siete inicial- También jugaron: Grundsten (2) y Resina (-).
29.- Cuatro Rayas Valladolid (11+18): Sierra (p.), Cutura (4), Gurbindo (9), Nikcevic (4), Krivokapic (2), Romero (1) y Víctor Alonso (4) Siete inicial- También jugaron: Yeray (p.s.), Ávila (2), Asier (2), Alexis (-), Joli (1) y Eilert (-).
Parciales cada cinco minutos: 1-2; 2-3; 3-4; 3-7; 6-9; 7-11 Descanso- 8-14, 11-17; 13-20; 16-23; 20-26 y 21-29.
Árbitros: Gude Prego-Gude Prego. Excluyeron a Blanxart (34), Grandsten (43) y Resina (46) por parte de los locales, y a Krivokapic (11), Víctor Alonso (30) y a Ávila por partida doble (31 y 51), por el lado del Cuatro Rayas.
Incidencias: Partido perteneciente a la vigésimoprimera jornada de la Liga Asobal, celebrado en el Palau D´Esports de Granollers ante unos 2.000 espectadores.
