19-32: Piedra gana a papel

Desde que el mundo es mundo el papel puede a la piedra. El papel tiene su poder; puede soportar toneladas de peso si está bien ensamblado, pero el más mínimo fallo puede hacer ceder una estructura, dejando al papel prensado. Así fue el partido que enfrentó al Balonmano Valladolid Femenino con el Oviedo, una roca que hizo saltar por los aires las normas del piedra, papel o tijera.

Las pupilas de Rubén Carrasco comenzaron jugando bien sus bazas. Cogieron el papel y empezaron un espectáculo de papiroflexia que hipnotizó a las ovetenses. Finta, pase, defensa y gol. En esos cuatro pilares se fundamentó el primer aviso del equipo vallisoletano, que comenzó el partido centrado ante un Oviedo que sufría de Aidadependencia en los primeros compases. La lateral se puso la mochila asturiana a las espaldas y se topó con una organizada defensa pucelana, que, en el primer tramo del partido, mantuvo a la internacional junior a raya gracias, en parte, a la inspirada actuación de María González bajo palos (5-2). 

El Oviedo es una máquina preparada para ascender y el técnico asturiano recurrió a un tiempo muerto para intentar encontrar el tornillo que estaba suelto. Una vez apretado, el conjunto asturiano comenzó a mostrar su potencia imponiendo un parcial de 1-6 que dejaba el marcador a su favor (6-8). 

El BM Valladolid aprovechó la primera exclusión de Aída Palicio para empatar el partido. Cuando la lateral volvió al parqué lo hizo con ganas de guerra. Dos bocados suyos volvieron a decantar la balanza del lado asturiano (8-10). 

El equipo vallisoletano activó el modo resistencia durante el tiempo que duró la exclusión de Manuela, pero Alicia Martínez movió los hilos para que el Oviedo diera un golpe de autoridad justo cuando el marcador entonaba la llamada a los vestuarios (10-14). 

Tras el descanso, el partido siguió con vida durante los primeros diez minutos (16-19). El titánico esfuerzo realizado durante el primer periodo comenzó a mojar el papel y el peso de la roca que estaba aguantando hizo tambalearse la estructura planteada por Rubén Carrasco. Las exclusiones hicieron el resto.  Jugar ocho minutos en inferioridad ante un rival diseñado para División de Honor son demasiada losa. Irene Espínola se convirtió en la mejor escudera de una Aida Palicio con hambre de gol. La lateral lideró con una docena de goles a un rodillo que cobraba a precio de oro cada uno de los fallos que cometía el BM Valladolid. Las pérdidas de balón se sucedían, muestra concluyente de que la cabeza y las piernas habían llegado a su límite (16-22).

Saray López, que había sustituido en la portería a Marta Blanco en el descanso, se encargó de que el casillero de las chicas de Carrasco no corriera al mismo ritmo que el asturiano. Con sólo tres goles en contra en quince minutos, el Oviedo consiguió trampear un abultado marcador (19-32) que no refleja la verdadera imagen dada por un guerrillero BM Valladolid. 

Antes del inicio del partido, el técnico del BM Valladolid Femenino, Rubén Carrasco, sabía de la dificultad del choque. La derrota entraba dentro del campo de la lógica, por eso, el entrenador vallisoletano se queda con las notas positivas del encuentro ante el Oviedo: "Aguantar a un equipo como este hasta la mitad de la segunda parte no está mal. He felicitado a las chicas porque han aguantado mientras han podido", declaraba tras el encuentro. 

Las exclusiones y el cansancio lastraron a su equipo: "Hemos intentado corregirlo y que no hubiera más exclusiones. Encima, con el agotamiento físico encima es distinto, y ellas tienen en el banquillo casi otro equipo titular", analiza Carrasco, que mostró su satisfacción con la actitud de sus jugadoras. 

Pese a que el público que se citó en Huerta del Rey para presenciar el partido entre el BM Valladolid Femenino y el Oviedo apenas superaba el centenar de almas, la presencia de varias figuras del balonmano local hacía que el ambiente fuera inmejorable. Entre los asientos del feudo vallisoletano se dieron cita nombres como el entrenador del Natuhouse la Rioja, Jota González, su homólogo en Valladolid, Nacho González, o las jugadoras del Aula Cultural Lulu Guerra, Patricia Fernández, Celia López y María González. 

   

19.- BM VALLADOLID ACEITUNAS OLIBHER (10+9): María González (p.), Laura García (3, 1p.), Cintia Vargas (2), María del Val (5), Sofía Andrados (2), Marta Domínguez (1) e Isabel Colías (2)-Siete inicial- También jugaron: Miriam de la Calle (p.s.), Manuela Encinas (1), Sara Lagüens (2), Mercedes Camino (-), Lorena Gil (-) y Sabrina McGauran (1). 

32.- OVIEDO BM FEMENINO (14+18): Marta Blanco (p.), Victoria Iglesias (4), Irene Espínola (4), Alicia Martínez (5), Aida Palicio (12, 1p.), Sara García (1) y Sheila Álvarez (-) -Siete inicial- También jugaron: Saray López (p.s.), Sara García Martínez (2), Lucía Álvarez (1), Bibiana María (1) y Covadonga Badiola (1). 

Parciales cada cinco minutos: 3-1, 3-2, 6-6, 8-8, 8-10, 10-14 -Descanso- 14-16, 16-19, 16-22, 17-24, 18-27, 19-32 -Final- 

Árbitros: Yonatan Lázaro y David Portugal (Federación castellanoleonesa). Excluyeron dos minutos a Manuel Encinas (Min.22), Isabel Colías (Min.39), Laura García (Min.50), Sabrina McGauran (Min.54) y Lorena Gil (Min.57), por parte del BM Valladolid y a Aida Palicio (Min.18 y 25) por parte del Oviedo BM Femenino. 

Incidencias: Partido perteneciente a la cuarta jornada del Grupo A de División de Honor Plata, celebrado en el pabellón Huerta del Rey ante, aproximadamente, 100 espectadores.