"Se cumplen casi todos los requisitos para estar en ACB"

Después de casi una década ligado al club, a Juan Vela le tocó dar el salto a la primera línea de batalla cuando el pasado marzo José Luis de Paz puso sobre la mesa su dimisión con carácter irrevocable. Esa decisión puso al presidente de la Fundación Baloncesto Valladolid al frente del club durante tres largos meses, en los que le ha tocado capear más de un temporal. 

La próxima semana, cederá el sillón presidencial a Mike Hansen, un rol que ha ocupado Vela durante los últimos tres meses, un trimestre en los que "Ha habido presidente, aunque mucha gente se deje llevar por la imagen de presidente omnipresente existente en otros deportes", asegura. Durante este tiempo, la labor presidencial se ha llevado en segundo plano. Un trabajo del que Juan Vela se siente orgulloso: "Tengo la conciencia tranquila. En enero, Hacienda cerraba el club. Estoy orgulloso del resultado del trabajo realizado", asegura a la vez que admite sentirse, en parte, "aliviado" por la llegada del nuevo presidente ya que reconoce que "la carga de trabajo ha sido enorme". 

Aunque la llegada a la presidencia del exjugador no supondrá unas vacaciones para Juan Vela. El directivo, que continuará al frente de la Fundación Baloncesto Valladolid, está realizando en estos días una "radiografía del club" con todos los aspectos que circunvalan a la entidad, donde la mayoría de los esfuerzos se centran en encontrar un patrocinador dentro o fuera de las fronteras de España. Vela reconoce que existe un frente abierto en Méjico, al igual que los hay en otros países. El problema reside en que "el tiempo pasa y no terminan de decidirse. A día de hoy es más factible encontrar el patrocinio en el extranjero. En España tenemos el problema de que los presupuestos ya están comprometidos, pero en el extranjero hay empresas que quieren consolidar su marca en España, y para ellos es una posibilidad", analiza.   

El patrocinio es la piedra angular de un club en el que el 80% del gasto recae en el equipo. Juan Vela cree que Mike Hansen "tendrá claro cómo estructurar el club. Va a ser capaz de aunar el interés deportivo con el del club. Esa parte, creo, que la va a hacer bien", estima. Para el presidente del patronato, el de Torrejón de Ardoz "cumple el perfil para ser un gran presidente, pero hay que demostrarlo", matiza. 

El presidente entrante aún no sabe en qué condiciones federativas estará el equipo que regente. Existe un abanico de tres opciones que determinen el futuro del club: que Valladolid tenga equipo en ACB, que el equipo se refunde o que la plaza se venda y el equipo salga en LEB. Vela reconoce que de las opciones que están encima de la mesa, "ninguna o todas" son viables. Desde el patronato se trabaja para que el C.B. Valladolid continúe en la Liga Endesa de "la manera más humilde".  La refundación del club sería una decisión que debería tomar el patronato. El directivo no descarta la posibilidad de vender la plaza, aunque la considera una opción "remota": "Es una opción que la tiene que aceptar la ACB, y por las conversaciones mantenidas desde el patronato, no están por la labor. Además se tiene que dar la circunstancia de que haya un comprador. Vender la plaza no tiene mucho sentido, si en algún momento tienes la intención de recuperarla", asegura. 

Pese a ser consciente de que existen varias posibles ventanas abiertas al futuro del club, Juan Vela asegura que "El C.B. Valladolid cumple la mayoría de los requisitos formales para estar en la ACB", un dato que da lugar a la esperanza desde el momento en el que la entidad vallisoletana cumple uno de los requisitos fundamentales para jugar en la élite del baloncesto nacional: "no tener más de un 15% de deuda con los jugadores antes del 30 de mayo"; un escollo salvado cuando, tras la denuncia de los jugadores (coincidiendo con la salida de José Luis de Paz), se les abonó dos nóminas y se autorizó a la ACB a pagar las otras dos debidas del FOGASA. De esta manera, sin haber abonado aún las nóminas de abril y mayo, el club cumple con uno de los requisitos ineludibles marcados por la ACB. 

Para saber dónde jugará el equipo vallisoletano la próxima campaña habrá que esperar a las Asambleas organizadas por la ACB los próximos días 4 y 16 de julio. Para entonces, Mike Hansen ya ejercerá como presidente; una subida al trono que se ha dilatado en el tiempo. Para el patronato, lo primero era dejar las cosas en orden: "Es nuestra obligación vigilar que el patrimonio del club se mantenga. Teníamos claro que no íbamos a salir otro año como lo hemos hecho este. Los requisitos para salir en la ACB están prácticamente cubiertos, no como la temporada pasada. Como no teníamos esa percepción, pensábamos que el nombramiento del nuevo presidente era accesoria", confiesa Vela, que reconoce haber puesto como fecha límite para dejar todo en orden de cara a la planificación administrativa del club el próximo 30 de junio. 

El patronato navega entre números para dejar sellado y casi lacrado el presupuesto de la próxima temporada.  Después de un año en el que la deuda se ha visto incrementada, el plan trazado desde la directiva podría suponer una partida de ingresos de 2,5 millones de euros y una de gastos de dos millones, trazando un plan para amortizar la deuda en un plazo de cuatro años. Un presupuesto que se puede "ajustar un poco más", o incluso incrementarlo con la llegada de un patrocinador potente.