Pat Ewing también se marcha

A las once en punto de la mañana Pat Ewing estaba en el pabellón Pisuerga. Sentado en el banquillo esperaba como el resto de compañeros el inicio de la sesión de trabajo. Sin embargo, el hijo del mítico jugador de la NBA no tenía intención de volver a entrenar sino todo lo contrario. Vestido con chandall gris y un 'plumas' de color negro, Ewing pidió permiso al técnico Roberto González y luego se dirigió al resto de compañeros para anunciar su marcha del equipo.

Fueron apenas unos instantes en los que el americano dio sus explicaciones de lo sucedido en las últimas horas, después de que el director deportivo le comunicara el sábado la intención de mantener su contrato hasta final de temporada. Luego fue uno por uno saludando a todos los que fueron sus compañeros y técnicos en las últimas semanas. Caras serias y pocas palabras antes de que el jugador enfilara la zona de la pista más cercana a las oficinas del Club para emprender el camino a casa.

Ahora la directiva vallisoletana deberá solucionar el enésimo problema y buscar un nuevo jugador para completar la plantilla. No había dinero para fichar a Hanley pero Roberto González tuvo que llamar esta mañana a dos juniors para poder completar un entrenamiento ya sin americanos. Apenas diez jugadores, o menos sin tenemos en cuenta la aportación de algunos en los partidos, para afrontar el tramo decisivo de la temporada.

Según ha podido confirmar valladoliddeporte, el jugador ha explicado que se marcha por diferentes motivos. Por un lado alegó los problemas económicos y los retrasos en el pago de las nóminas que arrastra el club, pero también justificó su salida en la escasez de minutos en los partidos y en otras cuestiones personales. Así se lo hizo saber al entrenador en la tarde del lunes y explicó al resto del equipo en la mañana del martes.