Luther pierde la cabeza

La estrella se apagó. O, mejor dicho, nunca se encenderá. La cabeza de Head, valga la redundancia, le ha condenado. Porque sin ninguna explicación, el jugador decidió no subirse al autobús rumbo a Madrid. En las siguientes 36 horas, el CB Valladolid no ha tenido noticias acerca de su situación, pese a que se sabe que está en la ciudad, donde deberá permanecer en un futuro cercano porque su pasaporte está en las oficinas debido a un trámite burocrático previo a este caso.

Este es la exposición de los hechos. Desde la mañana del martes, el club ha intentado ponerse en contacto con Head o su representante, aunque sólo han podido acceder al agente español, quien ha ido transmitiendo el estado del interesado. Su situación ha ido cambiando desde la incomunicación total al intento de retirada profesional del baloncesto. Desde las altas esferas, con Felipe Martín a la cabeza, se ha estado trabajando en todas las vías posibles, desembocando finalmente en la apertura de expediente disciplinario y la intención de romper su vinculación contractual. En todo este tiempo, Luther Head no ha comunicado nada acerca de las razones que expliquen este abandono de su puesto de trabajo. Nadie sabe lo que puede pasar por la cabeza de un profesional para actuar de esta manera.

El CB Valladolid da por perdido al jugador, describen su actitud como “infantil” y consideran que “está faltando al respeto a la institución y a la propia ACB”. La intención del club es continuar con la vía reglamentaria, rescindir su contrato y, llegado el caso, multar a Head por los daños causados. Es importante reseñar que no hay ninguna posibilidad de que la causa de este esperpento sea el tema económico, ya que se han abonado las cantidades estipuladas en el la dirección deportiva ya está trabajando en el sustituto, quién difícilmente estará antes de la próxima semana.