Baloncesto  |  Blancos de Rueda

Estudiantes viene a por Van Lacke

Por juego, proyección y, desde luego, por su condición de nacionalizado, es uno de los caramelos que pone sobre la mesa el mercado veraniego y, como tal, muy probablemente se convertirá en el próximo culebrón que tenga que acometer el CB Valladolid cuando resuelva su pulso 'infantil' con Porfirio Fisac. La continuidad de Fede Van Lacke es una prioridad, aunque el club sabe perfectamente que su pasaporte y la brillante temporada que ha realizado el argentino le colocan en la lista de la compra de un buen número de equipos.


El primero en mostrar interés por su contratación ha sido el Estudiantes que, aunque su economía no es precisamente muy boyante, ha realizado operaciones que le permiten respirar y mirar el futuro con mayor optimismo. El conjunto colegial, apoyado en la gran temporada realizada de la mano de Luis Casimiro, ya se ha puesto a trabajar en la configuración de su plantilla 2010/11, y ha fijado sus preferencias en la figura de Van Lacke. El argentino, jugador revelación para los técnicos ACB, es el favorito de Casimiro para reforzar la posición de escolta, lo que le llevaría a prescindir de una plaza de extracomunitario en ese puesto. Si falla esta opción, el Estudiantes maneja la posible vuelta de dos ex colegiales como Andrés Miso (Cajasol), que ya coincidió con Casimiro en Fuenlabrada, o Pedro Robles (Murcia).  


En el club se tiene la tranquilidad de contar con el derecho de tanteo, por lo que podría igualar la mejor de las ofertas que presente el argentino para garantizar su continuidad en Valladolid. A pesar de ello es muy consciente de que evitar su marcha no será nada fácil, ya que la de Estudiantes no es la única oferta baraja a día de hoy el argentino.


El Estudiantes consiguió el año pasado cerrar una operación a tres bandas para aliviar su maltrecha economía, y esto le permitirá acudir al mercado con perspectivas más ambiciosas. El club presentó la marca Estudiantes, valorada en más de 12 millones de euros, en la firma de un préstamo a Cajamadrid, y a su vez se ha asegurado los ingresos de explotación de los terrenos de su pabellón original, el Magariños, donde se pretende construir -si la crisis lo permite- un Centro de ocio y salud para los vecinos de la zona.