78-82: Crónica de una impotencia anunciada

Sergio de la Fuente obligatoriamente en el banquillo por su maltrecha rodilla, Davichu Ortega aun a falta del alta médica, Franciso Centeno ya entre la historia y la sensación de haber sido un mal sueño… Todo hacía presagiar que los catalanes harían valer su cuarta posición en la clasificación y dejarían una diferencia de 25 puntos en el luminoso de Pisuerga. Pero desde los primeros compases  la zona planteada por Iñaki Martín parecía atragantarse a los tiradores de Berni Alvarez.

Cuando se está flojo de jugadores altos la zona es lo que mandan los manuales pero, ya se sabe: contra la zona tiro exterior y cuando se tiene un equipo capaza de anotar 12 triple de 24 intentos, un jugador como el sevillano Diego Gallardo que encesta 6 de sus 9 intentos y el resto bien repartidos  entre el resto de la plantilla mantener el tono durante todo el partido es punto menos que imposible.

Pero el resultado es el resultado, inamovible y solo debe servir para aprender y mejorar. Mejor es analizar el partido de Sota Geladonia  que consiguió 19 puntos  y  11 rebotes pero sobre todo y esto no lo pueden reflejar las estadísticas, dio una lección de cómo se pelea bajo los aros cuando falta a tu lado Sergio de la Fuente; mejor es analizar los 15 puntos de Dani Astilleros y su trabajo trucado por su prematura retirada de la cancha con un golpe en la rodilla que esperemos sea sin consecuencias; mejor ( es de justicia decirlo)el cambio de actitud de Brock Gillespieque consiguió 6 puntos en los 15 minutos que su entrenador le requirió en la cancha… Mejor es en definitiva pensar que algún día Iñaki Martín contara con una plantilla con la que hacer un trabajo planificado y ser él el que mande en los partidos y no los partidos los que le lleven cogido con el gancho.

Resultado justo. Cuando un partido está empatado 17 veces a lo largo de los 4 cuartos la emoción está servida. Los puntos cayeron al final al lado catalán. Sólo es de esperar que el martes las gradas de Pisuerga se llenen y animen un poco más a su equipo, que la verdad un poco de empuje no le vendría mal.