72-68: El sueño es posible

El primer tiempo se inició con un Blancos de Rueda consciente de lo que había en juego. El equipo respondió a la intensidad de la grada y de inicio se puso con un 9-4 que invitaba a soñar. Sin embargo, enfrente estaba otro de los conjuntos revelación de la actual temporada, un Fuenlabrada que sueña con hacer algo importante en los play off y que no venía a Valladolid de turismo. Su dominio en el rebote y su acierto en los lanzamienjtos en momentos puntuales hizo que la ventaja se fuera diluyendo. Así, al terminó del primer cuarto, el marcador ya reflejaba un inquietante 15-16 para los visitantes.

En el segundo cuarto los de Fisac pusieron un punto más en defensa y pudieron recuperar varias posesiones para establecer diferencias en el marcador (33-27, min, 18). Sin embargo, los madrileños volvieron a reaccionar y a base de aciertos suyos y fallos del conjunto local, se volvieron a situar a un punto justo antes del descanso, 33-32.

Un triple nada más iniciarse la segunda parte del encuentro permitió de nuevo a los de Salva Maldonado ponerse por delante, ante un Blancos de Rueda que salió a la cancha algo dormido.
Fuenlabrada se fue hasta los cincos puntos de diferencia, 39-44, a pesar de que la grada comenzó a asumir el papel que en la previa le había pedido el técnico vallisoletano: "animar más cuando las cosas fueran peor".

Además, la situación obligó al técnico echar mano de Edu Ruiz para apretar en defensa e, incluso, de un renqueante Fede Van Lacke. Y tuvo que ser el joven Edu Ruiz el que reenganchara a su equipo al partido, con un triple y una bandeja pero también con cuatro faltas personales en apenas cinco minutos.

Máxima igualdad

Una igualdad que no varió ni con un triple de los naranjas a seis segundos para el final del tercer cuarto ni con la jugada personal de Dumas, que se recorrió todo el campo en apenas esos seis segundos para poner el 55-54 en el electrónico.

Quedaban diez minutos y nadie daba su brazo a torcer. Por eso, Fisac tiró de su "teórico" quinteto titular, aunque los problemas físicos de Van Lacke obligaron a un cambio rápido por un Robinson demasiado cargado de personales. Por dentro Baez y Slaughter lograron recuperar su parcela de protagonismo bajo los tableros.

Fueron diez minutos tensos e intensos, donde ninguno daba margen al otro, a pesar de la falta intencionada a favor del Blancos de Rueda, pero que desaprovechó Slaughter, o la lesión de Dumas que beneficiaba al Fuenlabrada. Tuvo que salir Maxi Stanic y el equipo no lo notó, cayó la cuarta falta personal de Slaughter y los vallisoletanos siguieron por delante. Y donde no llegaba el Blancos de Rueda ahí estaba su afición para recuperar un par de balones, montar un par de contragolpes y dar a su equipo una renta mínima con la que afrontar los últimos 180 segundos de partido, 68-63.

Dos interminables minutos donde Fuenlabrada se puso en zona y donde Valladolid falló hasta en tres ataques consecutivos. Así, la renta local se redujo a tan sólo dos puntos, 70-68, antes de que una última falta intencionada de los visitantes sirviera para poner el definitivo, 72-68. Pisuerga cumplió, el equipo no falló y Sevilla espera para hacer realidad el sueño de los play offs.

FICHA TÉCNICA:

72.- BLANCOS DE RUEDA: Diego García (8), Nacho Martín (6), Dumas (12), Robinson (16), Slaughter (9) -cinco inicial-, Van Lacke (-), López (3), Baez (13), Edu Ruiz (5) y Maxi Stanic (-).

68.- FUENLABRADA: Kus (5), Laviña (3), Valters (4), Barton (12), Ayón (4) -cinco inicial-, Mainoldi (21), Colom (7), Guardia (2), Cortaberria (-) y Rabaseda (10.

PARCIALES: 15-16, 18-16, 22-22, 17-14.

ARBITROS: Arteaga, Guirao, Zafra. Sin eliminados.

INCIDENCIAS: Penúltima jornada de la Liga ACB. Pabellón Pisuerga. 6525 espectadores.