65-76: La defensa condena al ataque
Los dos equipos saltaron más enchufados que el ambiente frío que mostraba el pabellón Pisuerga en los primeros minutos. LOs dos eran conscientes de lo que había en juego. Sin embargo, fue el UCAM Murcia quien estuvo más acertado en unos instantes marcados por las pérdidas y los excesivos fallos en los lanzamientos.
Tuvo que calentar motores la maquinaria vallisoletana y, de la mano de Dumas y Touré, el Blancos de Rueda comenzó a marcar la pauta en ataque. El problema es que, en defensa, el equipo lo pagó con Seawright y Dumas cargandosde rápidamente con dos faltas personales cada una. Eso permitió también la entrada en escena de dos actores secundarios, Nacho Martín y sobre todo el espera Michael Umeh. Con este panorama terminó un primer cuarto con cinco puntos de ventaja para los locales, 20-15.
El segundo periodo comenzó con Uriz como director de orquesta, con Umeh en el papel de escolta, y con Robinson, Martín y Touré completando el quintento. Sin embargo, enseguida se notó que la dirección de juego no tenía la fluidez de los minutos anteriores, por lo que Casimiro tuvo que recurrir a Dumas y Seawright a pesar de sus faltas personales.
El UCAM MUrcia llegó a empatar a 30, a minuto y medio para el descanso, gracias también al mal día de un Diego García que tiró en exceso sin fortuna. Por el contrario, un triple de los murcianos dejó el marcador al descanso con un inquietante 32-35.
En la segunda parte el Blancos de Rueda volvió a poner un punto más en su intensidad defensiva, pero seguía sin tener acierto ante el aro rival. Había ansiedad y eso se notaba en lanzamientos a priori fáciles. Murcia, por el contrario, mostraba mayor claridad de ideas para mantener una mínima ventaja en el marcador.
Un renta que, gracias a los desaciertos locales, fue aumentando en los últimos minutos del tercero periodo, hasta superar la decena de puntos al inicio del cuarto, 49-60. La descomposición vallisoletana comenzaba a ser alarmante.
Casimiro echó mano de los "pequeños", con Dumas, Uriz y García, pero la dinámica no cambió mucho. Ni los cambios de quinteto por parte de Casimiro dieron solución a la falta de acierto en ataque de los vallisoletanos. Así las cosas el partido se fue marchando camino de Murcia hasta el definitivo 65-76.
