55-62 Hay cosas que no pueden ser y además son imposibles
Y el sueño no terminó de materializarse en Pisuerga. El Carramimbre se quedó a las puertas de conquistar la Copa Princesa ante un Delteco Gipuzkoa Basket que aguó la fiesta en el templo carmesí y que dominó de principio a fin para coronarse campeón (55-62). Los pupilos de Hugo López, aun tocados y pagando los estragos de la gripe, vivieron un día aciago en el lanzamiento exterior y el sobreesfuerzo de los últimos días y del propio encuentro dictaron sentencia en contra de unas ardillas históricas con un meritorio subcampeonato.
El Carramimbre sobrevive a los nervios iniciales
Ante un Pisuerga vestido de gala para la ocasión, el Carramimbre CBCV, al contrario que el ambiente, pagó los nervios de la final y firmó una puesta en escena fría que le otorgó las primeras rentas a los visitantes. Un parcial de salida de 0-8 en dos minutos y medio obligó a Hugo López a solicitar el primer tiempo muerto de la contienda y llamar al orden en sus filas. Las ardillas, atenazadas durante el periodo inaugural, estuvieron faltas de acierto a pesar de las buenas situaciones de tiro, pero el hierro escupía todos los triples locales. Jugar por un título son palabras mayores.
Con el paso de los minutos, eso sí, el CBC fue mejorando y las rotaciones favorecieron al bando vallisoletano. La velocidad de la segunda unidad carmesí ayudó a coger ritmo y a reponerse paulatinamente, aunque Johny Dee parecía dispuesto a reventar la fiesta. El norteamericano anotó 9 puntos en un primer periodo en el que Frank Bartley también acudió al rescate de los pucelanos y que terminó 11-17 a pesar de la mala puesta en escena. El duelo entre los dos pistoleros americanos parecía el preludio de lo que estaba por venir en los próximos cuartos.
El Carramimbre, además de los problemas defensivos, debía solventar el agujero en el rebote defensivo que estaba dando alas a un Delteco GBC que demostró de primeras un mayor poso para las grandes citas. La pizarra de Hugo López, no obstante, iba a revertir el guion. Un nuevo estirón de los donostiarras metió en bonus a las ardillas con seis minutos de cuarto restantes y 13-21 en el marcador, pero en ese punto de inflexión, comenzó a emerger el carácter de los carmesí.
El técnico vallisoletano optó por una defensa en zona que bloqueó a los de Marcelo Nicola y, sin Johny Dee sobre el parqué, no fue capaz de encontrar soluciones. Cómodos atrás y con posibilidad de correr, el Carramimbre, por fin, pudo desplegar su juego y dilapidar toda la ventaja de los vascos. Los de Hugo López comenzaron a encadenar defensar y frenaron la sangría de faltas para llegar al descanso con un ajustado 29-30 que, teniendo en cuenta el 0-8 inicial, daba vida, mucha vida, a un CBC ya presto y dispuesto a jugarse la final en veinte minutos.
Pisuerga se queda con las ganas
Con 12 puntos para Frank Bartley y Johny Dee, quedaba patente que estaban llamados a ser los protagonistas de la contienda y el acierto del uno y del otro iba a desnivelar la balanza. Y fue el base visitante quien volvió de vestuarios con la muñeca caliente. Un triple del ‘1’ donostiarra abrió la segunda parte y un ‘dos más uno’ de Davis Rozitis volvió a silenciar Pisuerga. Otro estirón visitante y un esfuerzo adicional para un Carramimbre que sufría por detrás en el marcador (30-39).
Los vallisoletanos, visiblemente cansados y con un punto menos de ritmo que el Delteco, tampoco tuvieron un buen día en el lanzamiento exterior, con lo que la defensa visitante se creció ante la falta de pólvora. Las buenas situaciones de tiro que no se tradujeron en canastas, permitieron a los de Marcelo Nicola que la brecha de diez puntos no bajase y llegar a los últimos diez minutos con el partido en su mano (39-50).
Al Carramimbre, exhausto, desacertado y nervioso por momentos, le tocaba remontar ante un Delteco que había dominado con mano de hierro toda la primera parte. Lejos de acercarse en el marcador un fulgurante inicio de la segunda parte supuso las máximas diferencias para el GBC. El tiempo muerto de Hugo López y la entrada de Mike Torres servía para dar un paso más en defensa, pero los vascos estaban desatados. Con más experiencia y bajo la batuta de Úriz y Oroz, lograron sumar unas rentas de trece puntos que fueron lapidarias para las aspiraciones locales. Ni siquiera el ímpetu de los locales, espoleados por cerca de 5000 personas que llenaron Pisuerga, lograba amargar con una remontada que nunca llegó.
El viaje a Melilla, los jugadores tocados, todas las circunstancias hicieron mella en un Carramimbre que pese a todo estuvo en partido hasta el final. De hecho, un triple de Niksha Federico y unas canastas inverosímiles de Toms Leimanis pusieron a tiro a unas ardillas a las que no se puede dar nunca por muertas. Sin embargo, la calidad del GBC y los errores en los tiros libres sentenciaron el fatal desenlace para el CBC (55-62).
Carramimbre CBCV (55): Toms Leimanis (8), Frank Bartley (20), Niksha Federico (3), Sergio de la Fuente (4), Seydou Aboubacar (6) -quinteto inicial-. También jugaron: Jubril Adekoya (8), Kimbal Mackenzie (2), Mike Torres (1), Dani Astilleros (0), Guim Expósito (0) y Tom Granado (3).
Delteco Gipuzkoa Basket (62): Johny Dee (17), Adam Sollazzo (10), Alex Murphy (2), Davis Rozitis (7) y Xabi Oroz (7) – También jugaron Mikel Motos (2), Karamo Jawara (11), Mikel Úriz (6), Julen Olaizola (0) y Ryan Bruggeman (-).
Árbitros: López Herrada, Albacete Chamón y Fernández Carretero. Sin eliminados.
Parciales: 11-17, 18-13 (29-30 al descanso), 10-20 y 16-12 (55-62 final).