Atletismo | Solidaridad
Una cena benéfica cierra el Proyecto Budapest
5 de Julio de 2014
El atleta vallisoletano Javier del Campo, que emprendió el proyecto solidario Budapest, cuando corrió en marzo el Mundial de Veteranos Indoor y pensó en donar el dinero al Centro de Investigación del Cáncer, quiso poner el broche de oro con una cena benéfica que fue un éxito. Casi 20 personas le acompañaron en un ambiente emotivo, con caras conocidas entre el mundo del atletismo, como Fernando Álamo, Jesús "el speaker", Eva Sobas.. que se reunieron pasar un buen rato en el restaurante Vino Tinto, que también quiso colaborar con la causa.
Durante la cena hubo una "caja" que circuló entre los asistentes para que cada uno contribuyera con lo que quisiera para el Proyecto Budapest. "Hubo pujas por algunos discos de vinilo que fueron donados, llegando incluso unos chicos de la mesa de al lado a comprar uno de estos singles, en cuanto se enteraron que la cena era con un fin benéfico. También alguien llegó a pagar hasta 5 euros por un trozo de pan que había sobrado de la cena, y que se subastó, lo demuestra el cariz del acto. Al final, se consiguieron obtener 201 euros , que para mí es una cifra insólita, máxime cuando todos los que allí estaban ya habían apoyado anteriormente al proyecto", explica Javier del Campo.
También hubo un regalo para todos los asistentes, consistente en un pequeño relato escrito de su puño y letra.
Desde que en Septiembre del 2013 se pusiera en marcha el Proyecto Budapest, aquella iniciativa que trataba de unir los ámbitos del deporte del atletismo junto con la solidaridad y la literatura, (que se puede ver en la web, ww.800budapest.webs.com) han ocurrido muchas cosas y todas buenas.
La participación en el Mundial de Atletismo de pista cubierta de Budapest fue un éxito, pero una vez concluida, continuó la parte fuerte de la idea original: seguir consiguiendo apoyos para donar al CIC, Centro de Investigación del Cáncer, de Salamanca. Ahí entraron a formar parte, numerosos amigos y algún desconocido que también quiso participar. Lo recaudado hasta la fecha supera con creces lo inicialmente pensado, asegura el atleta. "Y aunque no sea una cifra con muchos ceros, detrás ha habido algo incuantificable: el apoyo humano".
Durante este tiempo ha ido recabando apoyos, subastó artículo que han donado altruistamente y terminó con la cena benéfica. Javier del Campo también ha escrito un relato que era la última etapa del Proyecto Budapest: una historia literaria que presentará a concursos para, con un poco de suerte, ganar un premio que donará íntegro si fuera el caso .
"Me gustaría recordar algunas frases que por el camino me han ido dejando huella, como cuando alguien me dijo que corriera en Budapest "por los sueños de todos, u otra persona que me dijo nunca caminarás solo, o alguien que también me dijo qué puedo hacer yo con lo insignificante que soy, para luchar contra esta enfermedad".