El todavía vallisoletano Alvaro Rodríguez. FOTO valladoliddeporte.es
El todavía vallisoletano Alvaro Rodríguez. FOTO valladoliddeporte.es
El todavía vallisoletano Alvaro Rodríguez. FOTO valladoliddeporte.es
Atletismo  |  Elite

Alvaro Rodríguez 'fichará' por Azerbaiyán

28 de Diciembre de 2013
Imagen de itorres
Escrito por
Iñigo Torres

Según reza el escrito al que ha tenido acceso valladoliddeporte.es, Alvaro tiene la firme intención de cumplir una serie de requisitos legales que establece la Unión Europea y, posteriormente, establecer su residencia en la localidad de Ganja, la segunda ciudad más importante del país caucásico.

Las razones del cambio de su “madurada y consecuente” decisión la “drástica reducción de apoyo económico al que las instituciones han condenado a un deporte como el atletismo, que sólo cobra su merecido protagonismo cada cuatro años, en vísperas de unos Juegos Olímpicos, así como la dificultad para ganarme el puesto para las citas internacionales, dado el alto nivel que atesora el 1.500 español”.

El atleta ha reconocido no tener lazos con su nuevo país de acogida, más allá de los contactos que surgieron entre miembros de la federación de atletismo de Azerbaiyán y el propio Álvaro y su entrenador, tras los Juegos Olímpicos de Londres, donde ya tentaron a ambos de formar parte de su proyecto deportivo de cara a Río 2016. “El presidente de la federación azerbaiyana, Chingiz Husseinzade, y su director técnico nos ofrecieron a mi entrenador, Elías Reguero, y a mí el cariño y apoyo que necesita un deportista y su equipo humano para progresar y buscar la excelencia. Me atrajo su proyecto deportivo desde el primer momento y en un viaje que pude que pude hacer el pasado verano a Bakú, invitado por su comité olímpico, me impresionaron sus instalaciones y su gran desarrollo. Es un país que apuesta decididamente por el deporte”, ha expresado Álvaro.

El de Peñafiel, que precisamente hace pocos días criticaba en un artículo en la web www.foroatletismo.com las numerosas nacionalizaciones exprés que se llevan a cabo indiscriminadamente en los últimos tiempos, salía al paso de quienes han tildado su actuación de incoherente afirmando que “está visto que el sistema no va a cambiar porque a muchos altos mandatarios no les interesa, por lo que yo únicamente voy a aprovecharme de la flexibilidad de la normativa actual, como tantos otros han hecho con anterioridad, y no transgredo ninguna disposición recogida en los estatutos de la IAAF.”

A este respecto, Álvaro trabaja ya a través de sus abogados y representantes, conjuntamente con el NOCA (National Olympic Comitee of Azerbaijan), para solicitar un permiso especial, con el que han contado otros deportistas que han sentado precedente, y poder estar presente en la gran cita continental de Zürich el próximo mes de agosto, ya que es el objetivo que ha marcado en su calendario como prioritario. Si éste le fuera denegado debería permanecer dos años sin poder competir en campeonatos internacionales, como ya ocurriera con atletas de la talla de los, ahora, estadounidense y qatarí respectivamente, Bernard Lagat y Said Saaeed Shaheen (antiguamente conocido como Stephen Cherono).

Aunque en la notificación que aparece en su perfil oficial de una conocida red social no ofrece por el momento más detalles, sí ha aclarado que adquirirá la doble nacionalidad, por lo que conservará su identidad española algo que le “alegra poder hacer, ya que en España tengo mis raíces, mi gente, y siempre he estado orgulloso de mis orígenes y de mi bandera, pese a que una minoría no representativa del conjunto del pueblo español haya llevado al país a una miseria económica y moral sin precedentes.”

Álvaro Rodríguez, no obstante, residirá y desarrollará sus entrenamientos una gran parte del año en España, viajando a Azerbaiyán únicamente para cumplir con los plazos que marca la ley a la hora de adquirir su nueva ciudadanía. De este modo, el atleta que estrenaba nuevo club hace unas semanas tras formalizar su acuerdo de colaboración con la cadena de gimnasios GO FIT, adopta un nuevo cambio de aires, esta vez tan radical como inesperado.