Charlie
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TIEMPOS DIFÍCILES

Charlie Carballo | Aficionado fiel
3 de Octubre de 2012

En primer lugar, me gustaría pedir perdón, sobre todo a Valladoliddeporte.es, porque sus responsables confiaron hace tiempo en mí para escribir algún comentario deportivo de vez en cuando, y la verdad es que últimamente no he escrito absolutamente nada. Pero mi desaparición no ha tenido que ver con el mal comienzo liguero del Cuatro Rayas Valladolid (que yo creo que se necesita bastante tiempo para formar un equipo que está plagado de “chavalines”, que en muchos casos en un deporte de contacto como es el balonmano, tienen que pelear con hombres fornidos), sino más bien que mi cabeza estaba centrada en una serie de problemas personales que finalmente he decidido dejar de lado para escribir sobre la difícil situación por la que atraviesa nuestro club.

Cuando el presidente anunció la renuncia de nuestro equipo a jugar competición europea fue la primera vez que fui realmente consciente de la mala situación económica del Cuatro Rayas Valladolid, y que la economía del club (que anunció un considerable descenso de su presupuesto) iba a traer consigo un importante déficit en el rendimiento deportivo.

Me sorprendí bastante al ver que la gente se tomaba la derrota en el primer partido de liga como un tropiezo sin importancia, sin ser consciente de que “es lo que toca esta temporada”, al menos hasta que Juan Carlos Pastor haya tenido tiempo de conjuntar un equipo, objetivo que no es fácil debido a la bisoñez de la plantilla.     

Lo único que me preocupa por el momento es que la juventud de los chavales no valga para entender la máxima exigencia del entrenador que siempre compite para conseguir la victoria. Creo que por lo demás, el buen aficionado de Huerta del Rey ha dado muestras de apoyar a nuestros jovencísimos jugadores.

Por otra parte, el papel de Ávila o de Marco no se limitará este año a su rendimiento en la cancha, sino que en gran parte será la de ser una especie de padres para los demás jugadores, y en gran medida tendrán que ser ellos los encargados de “tirar del carro”.

El porqué del maltrecho estado económico se debe a que en los últimos tiempos el club ha estado viviendo por encima de sus posibilidades, y en vez de amortizar deuda acumulada, se ha seguido gastando a un ritmo que nos ha permitido ganar una Recopa y estar jugando durante varios años la máxima competición europea, la Champions Leage. Sin embargo, los ingresos por socios y por ayudas institucionales no han crecido, e incluso han disminuido en los últimos años, produciendo un desfase bestial entre gastos e ingresos.

Sin lugar a dudas, la directiva tiene su parte de culpa, pero no me cansaré de decir que la ciudad de Valladolid no se merece tener un club de balonmano que la ha dado un enorme protagonismo en Europa, y que junto a los clubes de rugby durante años, han paseado el nombre de Pucela por todo el continente. Ni los ciudadanos han respondido en forma de un incremento de la masa social (sino todo lo contrario), ni las instituciones tampoco han valorado suficientemente el trabajo de nuestro equipo.

A veces, como me ocurre frecuentemente en la actualidad, me alegro de no tener voz para no responder mal a personas que conocen mi condición de hincha del BM Valladolid, y me preguntan ahora qué le pasa al Cuatro Rayas Valladolid que no ha sumado ningún punto en lo que va de temporada. Mi respuesta mental que me surge no la puedo reproducir aquí pues mi comentario daría al texto un cariz demasiado bajo.

Por lo visto hasta el momento en la liga, existe una diferencia abrumadora entre el Atlético de Madrid y el Barcelona con el resto de los equipos de la competición, yo diría que un puntito superior a favor de este último club, ya que con las migajas de una ficha de alguna de sus estrellas del fútbol les es suficiente para formar una súper plantilla en su sección de balonmano.

No cabe ninguna duda de que la desaparición de clubes de la liga asobal, Alcobendas, Arrate, Antequera, Ciudad Real, San Antonio, Torrevieja, y no sé si se me olvida alguno, la responsabilidad recae en sus directivos, pero digamos que los dirigentes de nuestro deporte no han realizado ninguna gestión dirigida a paliar los efectos de la crisis, ni a detener el paulatino descenso en el número de espectadores en las canchas de balonmano. Como he dicho en otras ocasiones, no se supo aprovechar el tirón cuando la selección española de balonmano se proclamó campeona del mundo.

Hace tres campañas, cuando la Copa del Rey se disputó en Vigo, y por las calles de esa ciudad se anunciaba en grandes paneles una final entre el desaparecido Ciudad Real y el Barcelona, aparte del gran malestar causado a nuestros aficionados, solamente demuestra una cosa bien a las claras de los representantes del balonmano español, INEPTITUD INEPTITUD Y MÁS INEPTITUD. 

Dentro de poco tiempo se celebrará en España el campeonato mundial de selecciones. Ignoro si alguna de las ciudades donde han desaparecido equipos de asobal han sido designadas como sedes del campeonato, pero si esto es así, dudo mucho de que la asistencia de público en esos lugares sea muy grande.

Mi preocupación principal durante los próximos meses será la situación económica del BM Valladolid, pues realmente es muy complicada.  
 
Quiero, por último, hacer un llamamiento a la afición para que Huerta del Rey se convierta en un verdadero horno a presión en los partidos que dispute el club en casa.

Como dice una canción, SI TE VEO CAER TE LEVANTARÉ! ! !