SE VEÍA VENIR

David de la Fuente | Diario de un aficionado
29 de Noviembre de 2010

¿Qué decir del partido de hoy? De verdad que se me hace muy difícil decir algo. Me gusta ser positivo y ver siempre el lado bueno de las cosas, pero es que el partido de hoy no lo tiene. Después del ridículo de la semana pasada contra el Xerez tienes la esperanza de ver un buen partido. Ver la reacción del equipo. Ver que es verdad lo que dicen los jugadores en sus twitter, tuenti, facebook o sus páginas web. Pero es que ya no te lo crees. Si lo que  vamos a hacer es una temporada de transición que nos lo digan y ya está. Iremos al campo, veremos un espectáculo y nos iremos a casa sin exigirles, que parece que es lo que les está afectando para no jugar como ellos saben. Debe de ser que los jugadores del Betis, Celta o Rayo no tienen presión. Pero si no quieren la presión de subir que se vayan a jugar a otro equipo.


A pesar de que estábamos bastante más gente que otros días ¿será porque es domingo,  será porque las entradas costaban cinco euros, será porque la gente quería reconocer a Víctor o por todo un poco? La fila que tengo justo encima estaba casi vacía. A mitad de la primera parte, al girarme veo que estaban sentados algo más arriba y al saludarles “¿qué hacéis ahí?” me dicen “es que es mejor estar más lejos para ver peor lo que estamos haciendo”. Un comentario significativo de lo que pensamos todos. Creo que sólo Rodrigo, el hijo  de unos amigos que ha venido conmigo al fútbol, ha visto un partido distinto. El chico le echaba la culpa al árbitro. En su favor  tengo que decir que sólo tiene nueve años. Bendita inocencia…


A medida que avanzaba el partido los comentarios que se oían a nuestro alrededor iban subiendo de tono y de volumen. En un principio los comentarios son de “estamos jugando mal, como todos los días”, “ni sistema ni nada”, “si hoy no juega Álvaro Rubio ¿a quién echamos la culpa?” y tras esta pregunta varios a la vez coincidieron en la respuesta (la voy a dejar a vuestra imaginación). Como digo el tono y volumen fueron subiendo hasta que en el minuto treinta y cinco ó cuarenta la pitada al equipo ha sido general. Parece que el equipo reaccionó pero sin fruto alguno.


Dominio del balón, muchos córners, pero pocas ideas. El que llega dos veces y clava una es el Cartagena. Pitos, silbidos y gritos de ¡fuera, fuera, fuera! La grada dixit. “¿Tan mal lo está haciendo el árbitro?” Me pregunta Rodrigo. “No, no. Los gritos son para el equipo”. Eso sí, quitando algún exaltado, los enfados han sido con educación, no ha sido necesario taparle los oídos…


En fin. Se veía venir y vino. Llevábamos semanas diciendo que jugábamos mal, pero ganábamos, y en Segunda eso es lo importante: ganar. Estábamos ganando en Zorrilla… hasta hoy. Nos aburríamos, sufríamos, nos cabreábamos… pero al final nos íbamos contentos para casa porque ganábamos. Y hoy ¿qué? ¿Cómo nos vamos para casa? ¿Qué podemos decir? ¿Seguimos con ilusión de subir a Primera o dejamos que nos la quiten? Pero como la esperanza es lo último que se pierde el próximo partido estaremos apoyando al equipo.