Un peculiar paisaje de la naturaleza

Hace dos años que Santiago Guerrero (Palencia, 27 de octubre de 1974) dejó los remos del piragüismo en el que triunfó, junto a su compañero, el también palentino Jorge Alonso, con quien formó pareja en la modalidad de K-2 maratón.

Por eso, como su amigo, elige su ciudad natal para promocionar la zona que más le gusta: Las Tuerces, donde destaca el cañón de la Horadada, situado en el norte de Palencia, muy cerquita de Aguilar de Campoo, concretamente en Mave.

Y es que a 3 kilómetros de Aguilar de Campoo, aguas abajo, el río Pisuerga penetra en una zona de páramos calizos. Entre Villaescusa de las Torres y Mave, el río traza un recorrido sinuoso, encajonado entre roquedos calizos entre los que se han ido abriendo paso en el transcurso de los siglos, formando el pequeño Cañón de la Horadada. A ambos lados del cañón, se sitúa el Monumento Natural de Las Tuerces.

Dentro de este peculiar paraje en el noroeste de Palencia, resultado de los procesos de la erosión y con una extensión de 782 hectáreas, se observan multitud de formas caprichosas.

Esta zona se encuentra en la Montaña Palentina, por lo que además del tradicional senderismo, el palista asegura que es una zona perfecta para la práctica del esquí de fondo. Guerrero dice que a pesar de las muchas posibilidades que podría tener, no se organizan muchos eventos, pero es aquí cuando recuerda su vinculación con el piragüismo y el bagaje de regatas que tiene a sus espaldas, muchas en el embalse de Aguilar.

Además, desconoce las instalaciones deportivas que haya en la zona porque lógicamente el piragüismo no las requiere, pero añade que “si hay una natural que he disfrutado durante
muchos años para entrenar es embalse de Camporredondo, situado en Velilla del Río Carrión.

Sin embargo, si tiene que elegir un monumento a destacar, viaja hasta la capital palentina para escoger la torre de la Iglesia de San Miguel, eso sí, puntualiza que “sin hacer de menos a la Catedral", que tanto elogió también su compatriota Jorge Alonso, y que ya vimos por qué se la conoce con el nombre de “la bella desconocida”.

Por último, presume de raíces hasta para elegir su plato preferido de comida, la menestra Palentina, elaborada con carne de cordero y verduras rebozadas. Él lo tiene claro: “una verdadera delicia”, concluye