En el campo de fútbol de San Isidro en Salas
En el campo de fútbol de San Isidro en Salas
En el campo de fútbol de San Isidro en Salas
Quintanar de la Sierra
La era de Salas
Museo de los Dinosaurios
4 | Turismo y Deporte

Enamorado de sus orígenes familiares

Pacheta | Salas de los Infantes (Burgos)
7 de Octubre de 2011
Imagen de sgarcia
Escrito por
Sara García

Duda entre elegir el pueblo donde nació y de donde guarda los recuerdos de una infancia feliz, Salas de los Infantes o el de su mujer, Quintanar de la Sierra, al que se siente muy ligado también, al haberse casado con 21 años. “Los dos están en la Sierra de la Demanda y en ambos nos encontramos con gente ruda, trabajadora, honesta y tozuda, el primero en los campos de trigo y el segundo en los pinares”, explica José Rojo Martín (Burgos, 1968), conocido por "Pacheta".

De Salas de los Infantes recuerda “estar todo el día en la calle, con los niños del barrio, hiciera frío o calor”. Por lo que si tiene que escoger un solo sitio de allí, el que más recuerdos le trae, elige la era de Salas. “En mis años de niños se trillaba allí y es el lugar donde más tiempo he pasado con mis amigos del barrio”, y las calles de Costana, donde se crió de pequeño y se pasaba las noches de verano jugando ‘al bote’ y con el bocadillo de tortilla en la mano.

Que tiene buenos recuerdos de su niñez se aprecia en sus palabras evoca también cuando se bañaban en el río Arlanza, los veranos cogiendo ranas y “vendiéndolas para comprarnos chuches”. Pero no todo era diversión, también tocaba trabajar con los padres, ir al huerto primero a sembrar y luego a recoger patatas, alubias, lechugas, etc, explica el exfutbolista.

“Recogíamos alpacas de hierba, paja o alfalfa ¡¡y cómo pesaban!!”.


De aquellos recuerdos junto al río, le queda una de las recomendaciones que no duda en decir que son los imprescindibles que no debe perderse un turista por estas zonas: “Hay lugares paradisiacos como las calderas o la laguna negra (de Neila) muy cerca de Quintanar, también el nacimiento del río Arlanza".Donde, además, añade el actual entrenador del Oviedo que se puede ir andando o en bici desde Quintanar.

No olvida que también hay una ruta “muy interesante en Salas de los Dinosaurios, y un museo arqueológico de gran nivel y que no se puede dejar de visitar”.

Lleva el gusanillo del fútbol dentro, primero como jugador y ahora como entrenador. Militó durante los años 90 en diferentes equipos como Numancia, Burgos, Atlético Marbella o Mérida, pero fue en el Espanyol (1994-1999) donde alcanzó su mejor momento deportivo. Terminó su carrera como futbolista en el Numancia (1999-2004), club al que se incorporó al cuerpo técnico ejerciendo de secretario técnico en 2007, como entrenador en la temporada 2008/2009 y como director deportivo hasta el verano de 2010, fecha en la que abandonaría el club.

Por ello rememora cuando jugaba en la era de su pueblo y en el patio de las escuelas. Cuando fue creciendo, pasaron a jugar al campo de fútbol de San Isidro, que sigue siendo el campo del Salas.

“Ahora echo mucho de menos ver a los niños de Salas jugar en el patio de las escuelas, ya que lo han cerrado, y no hay ningún sitio en el centro del pueblo donde practicar fútbol”.


Por ello, si tiene que destacar una competición que le guste dice un torneo alevín e infantil que lleva varios años celebrándose en Salas a mediados de junio en el campo de San Isidro. “Reúne durante dos días a 50 equipos e incluso más. Conlleva muchísima gente, y desde aquí me gustaría felicitar a sus organizadores”.

Todo esto nos demuestra que a pesar de que su presente se encuentra en Oviedo y su pasado más reciente en Soria, no olvida sus orígenes, sus rincones burgaleses, su familia, ni su gran pasión, el fútbol. Hasta para elegir su plato preferido elige el más español, el que demuestra su carácter sencillo y familiar: la tortilla de patata. Y añade:

“Tanto la tortilla de mi mujer como de mi madre, y eso sólo se puede comer en mi casa”.


No obstante, cita otros dos: el ajo carretero o el rabo de toro, que hace el Molino de Vilviestre del Pinar (www.mesonelmolino.com), “en un entorno incomparable y una gran compañía y un trato excepcional por parte de sus dueños, y sobre todo de Mari Carmen ("esto le fastidiará su marido)”… Pacheta en estado puro.